“Estaba en el camión, me sentí incómoda ya que un señor tenía su mirada fija justo en mí.”
“La vez que más me ha traumatizado fue cuando un señor me siguió del centro hasta mi casa.”
Al preguntar a mujeres si alguna vez han sido víctimas de acoso en el transporte público, sus respuestas no solo eran un rotundo “sí”, era un “claramente”, “obvio”, algo tan normalizado, un acoso casi sistemático.
Acoso en el transporte publico a nivel nacional
El transporte público es el segundo lugar a nivel nacional donde las mujeres se sintieron más inseguras, con el 67.3 solo el primer trimestre del 2025 y solo después de los cajeros en vías públicas con 75.8%, esto según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
Pero ¿por qué si el 67.3% de las mujeres a nivel nacional se sienten inseguras en el transporte público, la acción de un miedo real de una mujer al romper el cristal de una unidad Va y Ven es la gran oportunidad de hacer chistes y burlas?
Tal parece que el transporte público es seguro solo para los hombres.
Una mujer rompió una ventana del transporte público Va y Ven en Ciudad Caucel, estos hechos desataron una serie de burlas y reproches ¿contra qué? Contra las acciones ocasionadas por un miedo, un miedo real y latente, sobre todo un miedo de algo que pasa todos los días a mujeres en el transporte público.
Ese miedo no es paranoia. Es memoria.
¿Por qué memoria? Porque no es una situación nueva, de ayer, antier o del día del accidente en el Va y Ven.
Son años de acoso sistemático hacia las mujeres en el transporte público.
2018: La Encuesta sobre la violencia sexual en los transportes y otros espacios públicos de la Ciudad de México señala que, en 2018, la percepción de inseguridad de las mujeres en las calles y espacios públicos era del 69.1%, y en el transporte público del 54.4%. Desde que empezó la pandemia, 6 de cada 10 personas consideran que el acoso sexual en los espacios públicos ha empeorado.
Las mujeres por años ha buscado estrategias para salvaguardarse en el transporte público, como llevar una blusa ancha sobre su ropa pegada o hacer rutas de escape mentales.
“Sí, me ha tocado hacer estrategias, siempre estoy pendiente y alerta” comenta una usuaria del transporte público
En México está alarmantemente normalizado que se transgreda la dignidad de las mujeres en los espacios públicos, esto según el reporte La calle y el transporte público como espacios libres de violencias contra las mujeres,
donde también se señala:
La calle y el transporte público son espacios donde se cruzan distintos tipos y modalidades de violencia contra las mujeres y niñas, y donde se registran con mayor frecuencia hechos de agresión y hostigamiento sexual, que van desde agresiones verbales, comentarios ofensivos, tocamientos, miradas lascivas, hasta violaciones y feminicidio.

Tu meme y burla son violencia de género
La violencia de género se refiere a los actos dañinos dirigidos contra una persona o un grupo de personas en razón de su género.
Tiene su origen en la desigualdad de género, el abuso de poder y la existencia de normas dañinas, según las Naciones Unidas.
Por lo que hacer memes de estas situaciones no solo vulnera aún más los derechos de las mujeres, sino que minimiza la violencia que las mujeres sufren.
Claro que ser acosada en el transporte público es violencia. Una violencia que se vive todos los días, una violencia que lleva años y años.