Durante la audiencia celebrada este sábado en el Centro de Justicia Oral de Mérida, el juez determinó que Rafael Echazarreta, dirigente del PRI Mérida, deberá portar un brazalete electrónico y cumplir con diversas medidas cautelares mientras enfrenta un proceso por presunto fraude millonario.
Con esta resolución, Echazarreta salió del centro de detención, pero no obtuvo libertad total, pues seguirá bajo restricciones judiciales.
Imputado formalmente por fraude específico
Tras la ejecución de la orden de aprehensión por parte de la Policía Estatal de Investigación (PEI) y la Fiscalía General del Estado (FGE), Echazarreta fue imputado formalmente por el delito de fraude específico, relacionado con hechos ocurridos en 2023 y 2024 en Mérida.
ideales.
Proceso judicial y próxima audiencia
En la audiencia, celebrada en el Juzgado Primero de Control del Primer Distrito Judicial, los fiscales de litigación presentaron los datos de prueba contenidos en la carpeta de investigación bajo la causa penal 370/2025.
El caso gira en torno al presunto incumplimiento de un acuerdo comercial de alto valor económico, que habría causado un detrimento económico al empresario denunciante.
Durante la diligencia, aunque los fiscales solicitaron la vinculación a proceso, Echazarreta pidió apegarse al plazo legal para la continuación del proceso, por lo que la audiencia se reanudará el próximo lunes.
Medidas cautelares impuestas
Además del uso del localizador electrónico (brazalete), el juez impuso varias medidas cautelares que deberá cumplir Echazarreta, tales como:
- Firmar dentro de los primeros días de cada mes,
- Depositar una garantía económica de 40,000 pesos,
- Prohibición de salir del estado de Yucatán,
- Quedar bajo vigilancia del Centro Estatal de Medidas Cautelares,
- No acercarse a la víctima, Horacio de Freitas.
Fraude por 12.5 millones de pesos y respuesta de Echazarreta
El empresario Horacio de Freitas acusa a Echazarreta de pedirle varias cantidades hasta sumar 12.5 millones de pesos por un negocio que no se concretó.
Freitas niega que exista una persecución política y califica al dirigente priista como un “delincuente de cuello blanco”.
Por su parte, Echazarreta negó las acusaciones y afirmó:
“Con el Derecho en la mano demostraré mi inocencia en este caso”, asegurando que presentará pruebas en el momento procesal correspondiente.
También agradeció a su equipo jurídico, a su familia y compañeros de partido, y aseguró que el proceso legal no afectará su compromiso con la defensa de sus
Quadratín