Entre realidades

Jorge Pacheco Zavala

El libro reposó sobre el estante por un par de horas.
Ante la indecisión de la anciana, las páginas comenzaron a pasar como si alguien soplara secretamente sobre ellas.
La luna observaba la escena a la distancia de los años luz.

Pero en el fondo de la habitación, el personaje principal de la última novela abandonada recuperaba al fin su vida.
Al incorporarse desde lo profundo de la página final, supuso que la tarea sería fácil; con determinación tomó el cuchillo de cocina olvidado en el diván.

Justo en ese instante, la historia interrumpida en el primer libro recobró el aliento; entonces, una ráfaga poderosa borró de la faz al hombre del cuchillo.

La anciana, confundida, como era de esperarse, arrojó al fuego el libro que parecía tener vida propia; las llamas lo consumieron rápidamente, dejando sólo cenizas.

Al fin, la mujer tomó su lugar entre la tinta y la ausencia del hombre que protagonizaba la historia olvidada.

Un silencio creció en la habitación desierta.
Todos los sonidos que conocía se extinguieron en un instante, y por si fuera poco, también sus recuerdos comenzaban a disiparse.

Era ella, o el mundo de afuera que gradualmente desaparecía frente a sus ojos.
Con lo que le quedaba de consciencia, aspiró profundamente el humo proveniente de las cenizas.
Así, la historia volvió a existir en su interior, a la espera de un nuevo impulso…