En la Ciudad de México, seis de cada 10 robos con violencia involucran motocicletas, lo que encendió las alertas entre legisladores y autoridades capitalinas. Para atender esta problemática, diputados locales iniciaron un proceso legal y participativo, con foros y consultas para regular el uso de estos vehículos.
Foro legislativo busca soluciones efectivas
Como parte de estas acciones, el Congreso capitalino llevó a cabo el foro de parlamento abierto “Reforma en materia de regulación del uso de motocicleta para evitar su uso en la comisión de hechos delictivos”, donde se discutieron iniciativas relacionadas con este tema.
El diputado panista Mario Enrique Sánchez informó que se han recibido 10 iniciativas en esta materia, reflejando la urgencia de atender este fenómeno que, además de afectar la seguridad, compromete la movilidad urbana.
Motocicletas: vehículo de escape preferido para delincuentes
Durante el foro, se compartieron datos alarmantes: en el primer trimestre de 2025 se denunciaron 754 robos de motocicletas, un aumento del 18% respecto al mismo periodo de 2024.
Además, se reveló que más de 2 millones de motocicletas circulan sin figurar en un padrón nacional confiable, lo que facilita la clonación de placas, el intercambio de chasís y el uso de motos robadas para cometer delitos.
Propuestas tecnológicas y legislativas
Entre las principales propuestas se encuentran:
- Colocación de placa frontal con código QR e indeleble.
- Creación de un padrón digital actualizado.
- Implementación de bloqueo electrónico a reincidentes.
- Uso de micro-dots, chips NFC y QR láser VIN para rastreo.
El diputado federal Miguel Guevara advirtió que desde 1995 no se ha actualizado la ley en la materia, lo cual impide responder con eficacia ante la crisis actual. “Una moto sin identidad es una herramienta perfecta para huir en el anonimato y delinquir”, subrayó.
Más de 8 mil motocicletas, ligadas a delitos
Guevara reveló que, en los últimos cuatro años, autoridades han vinculado 8 mil 604 motocicletas con actividades delictivas. El rezago normativo y la falta de registro oficial han convertido a este medio de transporte en un recurso común para el crimen.
Información: Rodrigo Cerezo / 24 Horas