En un lago de Ontario, Canadá, la empresa Impossible Metals prueba un robot submarino con brazos mecánicos capaces de recoger nódulos sin perturbar el lecho marino. "Recolectamos de forma selectiva", afirma Jason Gillham, cofundador de la compañía.
Robot que cosecha nódulos del fondo marino
El robot, aún en pruebas, utiliza inteligencia artificial y cámaras para diferenciar los nódulos polimetálicos de organismos marinos como huevos de pulpo o corales. Esta precisión reduce el impacto ambiental, aunque no elimina todos los riesgos. "No puede detectar vida microscópica", admite la empresa, que promete dejar intacto el 60% de los nódulos.

Los nódulos polimetálicos, ricos en níquel, manganeso, cobalto y cobre, son esenciales para fabricar baterías, celulares y autos eléctricos. "Necesitamos muchos más minerales esenciales", advierte Oliver Gunasekara, CEO de Impossible Metals.
¡Únete a nuestro canal de WhatsApp!Pese al enfoque selectivo, expertos como Douglas McCauley, biólogo marino, cuestionan la seguridad de la técnica: “Están destruyendo un hábitat”. Y Duncan Currie, de Deep Sea Conservation Coalition, advierte: "No conocemos lo suficiente la biodiversidad" de esas profundidades.
La empresa planea lanzar su modelo Eureka 3 en 2026: sin cables, con hasta 16 brazos robóticos y 200 kWh de batería. Mientras espera autorización en EE. UU., se alista para operar mediante alianzas internacionales.

Fotos e información: AFP