Bicicletas en Yucatán: más comunes que los autos
Este 3 de junio, durante el Día Mundial de la Bicicleta, cientos de yucatecos, como lo hacen todos los días, volvieron a tomar las calles en sus bicicletas, pese a las altas temperaturas, la humedad y, sobre todo, la falta de infraestructura segura.
En una ciudad que sigue privilegiando al automóvil, subirse a una bici sigue siendo, para muchos, un acto de resistencia, según indican ciclistas entrevistados y activistas.

Según el último Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, Yucatán lidera el país en número de hogares con bicicleta: el 39.4% de las viviendas tiene al menos una. Supera a estados como Guanajuato (36.7%), Tlaxcala (31.8%) y Zacatecas (30.8%).
Pero estas cifras no garantizan condiciones dignas. “Estos datos muestran el potencial de este medio de transporte en Yucatán, pero también lo mucho que falta por hacer para garantizar seguridad a ciclistas y peatones”, afirmó Eduardo Monsreal Toraya, del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida.
Ciclistas sin espacio en una ciudad para coches
Según los datos del INEGI, mientras municipios rurales como Suma, Ixil, Dzemul y Chikindzonot superan el 70% de hogares con bicicleta, Mérida apenas alcanza el 27.4% y Kanasín el 30.3%.
Aun así, solo el 38.4% de los hogares yucatecos tiene automóvil, lo que coloca al estado en el lugar 25 a nivel nacional.
A pesar de esto, los ciclistas enfrentan calles peligrosas, falta de señalización y ciclovías invadidas por automovilistas. Como denuncian activistas: “la resistencia no viene solo del asfalto, sino también del pensamiento”, indicó un ciclista.
Pedalear: salud física, mental y derecho ciudadano
Para Daniel Gómez Gibal, vocero de Bici Movimiento Alternativo Mérida, la bicicleta también es salud pública.
“Pedaleando se activan varios músculos, mejora la concentración, se reduce el estrés y es mucho más económico que un gimnasio”, explica.
Esta organización, formada por diseñadores urbanos y psicólogos del deporte, impulsa la bici como solución de movilidad para una ciudad más accesible, menos agresiva y más pacífica.
El Día Mundial de la Bicicleta y la crisis climática
Greenpeace se sumó a la conmemoración del Día Mundial de la Bicicleta destacando sus beneficios frente a la crisis climática: reducción de emisiones de CO2, mejora de la calidad del aire, ahorro energético y beneficios para la salud mental y física.
Pero a pesar de las ventajas, activistas como Gómez Gibal aseguran que la resistencia no viene solo del asfalto, sino también del pensamiento.
“Hay personas, negocios, automovilistas que no respetan la infraestructura ciclista, que quitan pintura de las ciclovías o se estacionan sobre ellas. Eso refleja una falta de cultura y una resistencia al cambio”, denunció.
¿Y ahora qué?
Especialistas coinciden en que es necesario extender la red de ciclovías a todo el estado, no solo en Mérida. La infraestructura debe ser segura, continua y respetada. Además, se requiere educación vial, voluntad política y una visión de ciudad que priorice a las personas y no a los coches.
“Cuando pedaleas, también estás defendiendo tu derecho a una ciudad más humana”, concluyó el vocero de Bici Movimiento.
Abraham Bote Tun