Sebastião Salgado, fotógrafo brasileño, murió este viernes a los 81 años en Francia. Reconocido por su trabajo en blanco y negro, documentó con profundidad la selva amazónica, conflictos mundiales y la dignidad humana a través de su lente.

Sebastião Salgado fotógrafo brasileño

Nacido en Aimorés, Brasil, en 1944, Sebastião Salgado se exilió en Francia en 1969, huyendo de la dictadura militar. Allí desarrolló una carrera fotográfica que lo convirtió en una figura central del fotoperiodismo global.

Durante décadas, sus imágenes recorrieron el mundo a través de medios como Life, Time y exposiciones en ciudades clave como París, donde residía. Su estilo, austero y profundamente humano, lo convirtió en una de las voces visuales más poderosas del siglo XX.

Fotografía como lenguaje para la conciencia

Salgado afirmaba que la fotografía era “un poderoso lenguaje para intentar establecer una mejor relación entre el hombre y la naturaleza”. Por ello, dedicó años al proyecto Génesis, con imágenes de ecosistemas en riesgo y pueblos originarios.

La Academia de Bellas Artes de Francia, de la cual era miembro desde 2016, lo describió como “un gran testigo de la condición humana y del estado del planeta”.

Una lucha silenciosa contra la enfermedad

En 2010, durante su trabajo en Indonesia, contrajo una forma severa de malaria. Quince años después, complicaciones de esa enfermedad evolucionaron en una leucemia grave, informó su familia.

A pesar de esto, el fotógrafo brasileño mantuvo su compromiso con la imagen como instrumento de transformación hasta el final de su vida.