El uso de drogas entre adolescentes en el estado se agrava con la aparición del fentanilo, advirtió la Secretaría de la Juventud del Estado de Yucatán (Sejuve) cuyo titular, Alan Padrón Albornoz, afirmó que han detectado la presencia de esta sustancia durante recorridos en diversas localidades.

Casos desde los 9 hasta los 11 años
Señaló que, si bien el Centro de Integración Juvenil (CIJ) reporta que la edad promedio de inicio en el consumo de estupefacientes se sitúa entre los 12 y 14 años, la Sejuve ha detectado casos desde los 9 hasta los 11 años.
“El fentanilo ya llegó a Yucatán, lo hemos escuchado entre los jóvenes que nos lo mencionan”, señaló.
El funcionario recalcó que la drogadicción es actualmente un problema grave entre las juventudes de Yucatán, incluso destacó que el cristal es actualmente uno de los compuestos más frecuentes y de mayor acceso.

Apuntó que, frente a esta preocupante realidad, la Sejuve trabaja en el diseño de políticas públicas basadas en diagnósticos comunitarios.
En ese sentido, anunció que entre el 15 y el 30 de junio se pondrá en marcha un nuevo programa estatal, cuyo nombre aún no se ha dado a conocer, enfocado en rescatar espacios públicos y reconstruir el tejido social, con especial énfasis en zonas como el sur de Mérida, donde se ha observado un debilitamiento en la convivencia vecinal y el respeto intergeneracional.
Además, expuso que la dependencia realizará una serie de encuestas sobre salud mental y consumo de sustancias, para contar con información precisa y actualizada, ya que actualmente los datos se encuentran dispersos o incompletos. Consideró que la colaboración con la Secretaría de Salud será clave para establecer una metodología rigurosa.

Diversidad de situaciones
Padrón Albornoz subrayó que la diversidad de contextos dentro del estado exige estrategias diferenciadas. “La realidad en Chumayel no es la misma que en Tizimín. Necesitamos respuestas a la medida de cada comunidad”, puntualizó.
Entre los proyectos más ambiciosos de la Sejuve también se encuentra la creación de una red de jóvenes dedicados a la ciencia, la innovación y la tecnología, con el propósito de ofrecer oportunidades reales a quienes actualmente no estudian y de potenciar el talento local, en paralelo con la apertura de nuevas universidades en el estado.
Concluyó que escuchar a las juventudes, diseñar acciones con enfoque transversal y fortalecer el tejido comunitario son las herramientas clave para frenar el avance de sustancias como la piedra, el cristal y el fentanilo en la región.