Yucatán enfrenta una triple amenaza ambiental

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Tierra, Salvador Castell González, fundador de la asociación civil Va por la Tierra, advirtió que Yucatán enfrenta tres retos ambientales urgentes: la contaminación del agua, el manejo inadecuado de residuos y la emisión de gases de efecto invernadero.

Manto acuífero en peligro

Castell González explicó que la principal preocupación para su organización es la creciente contaminación del manto acuífero, provocada principalmente por el uso excesivo de agroquímicos. Como posible solución, propuso retomar prácticas tradicionales como la milpa maya, basada en principios de agricultura orgánica regenerativa.

Recordó que el suelo yucateco, de tipo kárstico, es altamente vulnerable y no permite sostener modelos convencionales como los rellenos sanitarios. 

Este tipo de suelo filtra directamente al acuífero, por lo que necesitamos replantear el manejo de los residuos”, afirmó.

Yucatán enfrenta una triple amenaza ambiental

Necesario adoptar nuevos modelos

El activista sugirió adoptar modelos aplicados en otras ciudades del mundo, donde los residuos son aprovechados como fuente de ingresos, impulsando así una economía circular. Para lograrlo, indicó, es esencial invertir en tecnologías y metodologías adaptadas a las características de cada región.

Señaló que el enfoque debe cambiar, asegurando que “lo que hoy es un problema puede convertirse en una oportunidad” con apoyo de la ciencia y la tecnología.

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Efecto invernadero en Mérida es alarmante

Según estudios mencionados por Castell González, la ciudad de Mérida ocupa el octavo lugar a nivel nacional en generación de gases de efecto invernadero, a pesar de no ser una de las más pobladas ni industrializadas del país, lo que demuestra la urgencia de aplicar nuevas estrategias ambientales.

El especialista subrayó que es necesario un cambio de paradigma para que las problemáticas ambientales dejen de impactar a la región. “La crisis climática no discrimina y no conoce fronteras. Necesitamos una estrategia donde todos sumemos”, sentenció.

Finalmente, enfatizó que el cambio debe comenzar desde la ciudadanía, a través de la educación ambiental en los hogares y comunidades. “La sustentabilidad debe tener también un enfoque de derechos humanos, integrando no solo a los ciudadanos, sino también a las empresas y gobiernos”, concluyó.