Casos documentados desde 2017

Así como ocurre en Sonora, Jalisco, Tamaulipas o el Estado de México, en Yucatán también existen mujeres que han asumido la dolorosa y ardua tarea de localizar a sus hijos desaparecidos. Trece de ellas integran un colectivo de madres buscadoras que opera desde hace un año y que ha documentado más de 270 desapariciones en la entidad desde 2017.

Lo anterior, de acuerdo con Clara María Gutiérrez Centeno, una de estas madres que forma parte del colectivo Familias Buscadoras de Yucatán, quien también informó que no tienen respaldo institucional, no hay patrullas ni peritos forenses que las acompañen, se apoyan entre ellas, organizan rifas para costear traslados y, cuando pueden, viajan fuera del estado en busca de pistas.

Foto: Juan Manuel Contreras

La historia de Clara

Originaria de Halachó, la vida de Clara cambió el 24 de mayo de 2020, cuando su hijo Héctor de Jesús Huesca Gutiérrez, de 24 años, desapareció en Jalisco. Aunque en ese momento no pertenecía a ningún colectivo, emprendió sola la búsqueda.

“Yo no sabía si había o no había estas personas (madres buscadoras) en Jalisco. Yo solita buscaba a mi hijo”, recordó en entrevista con 24 HORAS Yucatán.

Héctor trabajaba en un rancho cuando lo levantaron. Clara estaba en Mérida, atendiendo a su hija embarazada, cuando recibió la noticia. Viajó a Jalisco de inmediato, pero no halló respuestas. Pasaron meses entre incertidumbre y silencio hasta que, un día, recibió un mensaje anónimo que le indicaba el lugar donde podría encontrar a su hijo.

Un taxista que la trasladó le advirtió que ahí solo había hombres armados. Ella, sin protección ni ayuda oficial, regresó a Mérida.

El hallazgo e identificación

Dos años después, en octubre de 2022, una madre buscadora independiente de Jalisco reconoció los tatuajes de Héctor en una base de datos forense y contactó a Clara. Fue así como identificó el cuerpo de su hijo, hallado desmembrado desde el mes siguiente a su desaparición, pero retenido en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Jalisco.

“Tuvimos muchos pleitos para que me lo entregaran”, relató Clara. Finalmente, el 8 de diciembre de 2023, Héctor volvió a casa. Le faltaba un brazo, pero Clara lo pudo sepultar en Halachó el día 13.

“Yo no soy una mamá que busca justicia, ni culpables. Yo cerré la carpeta en Jalisco. Yo solo quería tener a mi hijo. Hay muchas mamás que ni siquiera tienen eso”, lamentó.

Exigen apoyo institucional

De acuerdo con los registros de Clara y las demás madres del colectivo, al menos 270 personas han desaparecido en Yucatán desde 2017. Entre ellas hay adolescentes, adultos jóvenes y también personas de la tercera edad.

A un año de haberse formado, el colectivo Familias Buscadoras de Yucatán ha solicitado el apoyo del gobierno, pues aseguran que hasta el momento no cuentan con asesoría legal, atención psicológica ni apoyo logístico.

“Nosotras no vamos contra el gobierno, pero pedimos que nos escuchen. Que nos den acceso al banco de ADN, que nos ayuden con abogados y psicólogos. Somos mamitas yucatecas que solo queremos encontrar a nuestros hijos”, sentenció Clara.

Ayuda mutua entre colectivas

El colectivo ha logrado algunos avances. En colaboración con otras agrupaciones en Quintana Roo y Puebla, han participado en operativos de búsqueda y han ayudado a identificar restos. Aseguran que cada hallazgo, aunque no sea el de sus propios familiares, es una victoria compartida.

“Nos da mucho gusto poder ayudar, aunque sea a una familia. Porque aquí en Yucatán dicen que no hay recursos, que no hay desaparecidos. Pero sí los hay. Somos prueba de eso”, concluyó Clara, quien hoy acompaña a otras madres en su búsqueda, como alguna vez una mujer en Jalisco hizo por ella.