El mundo católico amaneció de luto: el papa Francisco falleció este lunes a los 88 años, tras haber sido hospitalizado por una neumonía que debilitó notablemente su estado de salud.
Una Pascua de despedida
Tras permanecer 38 días hospitalizado y recibir el alta el 23 de marzo, Francisco apareció convaleciente el Domingo de Pascua, saludando desde el balcón de la basílica de San Pedro con una voz débil. Horas después, el cardenal Kevin Farrell anunció su fallecimiento a las 07:35 horas (hora local), informando que “el obispo de Roma volvió a la casa del Padre”.
Inicio del protocolo en el Vaticano
Conforme a la tradición, se activó el protocolo vaticano: nueve días de exequias y entre 15 y 20 días para convocar al cónclave con 130 cardenales electores, de los cuales más de dos tercios fueron nombrados por el mismo Francisco. Durante este periodo, el cardenal Farrell ejercerá como camarlengo.
Reacciones y dolor en la Plaza San Pedro
Las campanas sonaron y el silencio se apoderó del Vaticano. Fieles de todo el mundo, como Riccardo Vielma, venezolano de 31 años, compartieron su dolor: “Hemos perdido a nuestro padre espiritual”.
El líder espiritual de 1.400 millones de católicos dejó una huella profunda en la historia moderna de la Iglesia.
Un pontificado de reformas y lucha social
Desde su elección en 2013, el papa Francisco se caracterizó por un liderazgo comprometido con los más vulnerables. Fue el primer pontífice latinoamericano y jesuita, y optó por un estilo de vida sobrio, renunciando a lujos y acercándose al pueblo.
Defendió la causa de los migrantes, el medio ambiente y la justicia social, sin modificar las posturas doctrinales en temas sensibles como el aborto o el celibato.
Su encíclica "Laudato si" fue un llamado a la conciencia ecológica global. También intentó reformar la Curia y transparentar las finanzas vaticanas, a la par que luchaba contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia.
Una figura admirada y criticada
El papa número 266º tuvo detractores dentro y fuera del Vaticano. Movimientos conservadores lo acusaron de falta de ortodoxia, mientras que algunas víctimas de abuso consideraron insuficientes sus medidas.
Aun así, fue reconocido por líderes mundiales por su labor humanitaria. El presidente argentino, Javier Milei, destacó su “sabiduría y bondad”, mientras Emmanuel Macron subrayó su defensa de “los más vulnerables”.
Francisco y la “periferia del mundo”
El “papa del fin del mundo” centró su atención en las periferias, más que en las potencias occidentales. Su cercanía con la gente y su estilo sencillo marcaron un contraste con el tradicionalismo eclesiástico.
Aunque enfrentó limitaciones físicas, mantuvo un ritmo de trabajo intenso y una fe inquebrantable en una Iglesia abierta y dialogante. Así, Francisco cierra un capítulo crucial en la historia contemporánea del Vaticano.
AFP