Más de 300 especies habitan el parador turístico de Celestún
A poco más de una hora de la capital de Yucatán, el parador turístico de la Ría de Celestún ofrece una experiencia única con más de 300 especies de aves, entre ellas el flamenco, así como reptiles, mamíferos y manglares.
Durante esta temporada vacacional, hasta mil 500 personas visitan diariamente este santuario natural.




Manglares y aves: el espectáculo natural de Celestún
El biólogo Mauricio López, encargado de la reserva, detalló que el paisaje se compone de tres especies de mangle: blanco, rojo y negro. Para quienes aman el avistamiento de aves, destacó la “isla de los pájaros”, donde anidan decenas de especies.
Además, explicó que en días soleados, los cocodrilos salen a tomar el sol, lo que los hace visibles para los turistas. Se recomienda respetar su hábitat para conservar el equilibrio del ecosistema.
🌿🐊 ¡Descubre Celestún como nunca! En estas vacaciones, adéntrate en la Ría, navega entre manglares y saluda a los flamencos. ¡Naturaleza viva! 🌺🚤 #TurismoYucatán 📹Guillermo Castillo pic.twitter.com/NvZ2VcdQZX
— 24 Horas Yucatán (@24horasYucatan) April 17, 2025
Temporada de reproducción de flamencos
El flamenco es el emblema de la Ría de Celestún. Con su característico tono rosa, se deja ver en grupos nutridos. Actualmente inicia su temporada de apareamiento, y se alimenta de microorganismos que le dan ese color vibrante.
“Estamos en una época en la cual se están alimentando, preparándose para la temporada de apareamiento”, indicó el especialista. Recordó que esta especie es residente de Yucatán, y frecuenta esta parte de la entidad.
Prestadores de servicios esperan repunte turístico
Con optimismo, prestadores de servicios locales prevén una buena temporada. “Empezamos una temporada muy baja, entonces esperamos un flujo de personas acá en Celestún”, señaló José Palma, integrante de una cooperativa.
Actualmente, cuatro cooperativas y 50 permisionarios ofrecen tours. Cada viaje en lancha cuesta 3 mil pesos y tiene capacidad para ocho personas, aunque con marea baja solo se permiten seis por seguridad.






Nadar cerca de cocodrilos: adrenalina en la naturaleza
Uno de los atractivos más impactantes es el ojo de agua en medio del mangle, donde los visitantes pueden nadar a pocos metros de cocodrilos.
Durante el recorrido en lancha de dos horas, los turistas disfrutan de los graznidos de los flamencos, el contraste de colores en el estero y, con suerte, la presencia de “Panchito”, un cocodrilo conocido por asolearse a la vista de todos.
En el ojo de agua dulce, verde y cristalina, algunos visitantes se animaron a nadar, aunque otro cocodrilo dormía apaciblemente a la sombra de un mangle, mientras la sensación térmica alcanzaba los 38 grados.