Los valles del norte de Pakistán enfrentan una paradoja: rodeados de montañas heladas, pero sin agua suficiente.

En respuesta, las comunidades han desarrollado una solución innovadora: la creación de glaciares artificiales para almacenar agua y sostener sus cultivos durante el año.

Innovación en las alturas de Gilgit Baltistán

En esta región montañosa donde se ubica el K2, los agricultores no pueden depender de los ríos, ya que la lluvia es escasa y el deshielo de glaciares solo ocurre durante el verano.

Antes, la nieve bastaba para cubrir las necesidades básicas. Sin embargo, el cambio climático redujo significativamente su volumen.

Frente a este panorama, los agricultores de Skardu buscaron soluciones en internet. Fue así como encontraron videos del ingeniero Sonam Wangchuk, quien desarrolló una técnica para crear “stupas de hielo”, estructuras de hielo que almacenan agua durante el invierno.

Cómo funcionan los stupas de hielo

La técnica consiste en canalizar agua desde las alturas hacia los pueblos, mantenerla en tuberías y, al exponerla al aire cuando las temperaturas son negativas, formar torres de hielo. Este proceso ha sido liderado por especialistas como Zakir Hussain Zakir, quien enseña en la Universidad del Baltistán.

Gilgit Baltistán tiene más de 13,000 glaciares, pero el verdadero aporte hídrico anual proviene, en gran parte, de la nieve derretida. Como explicó Sher Muhammad, investigador del Icimod, la nieve contribuye seis o siete veces más que los glaciares al flujo hídrico, aunque los últimos años han sido excepcionalmente secos.

Más de 20 pueblos ya producen sus glaciares

Desde 2018, más de 20 comunidades fabrican sus propios stupas cada invierno. De esta forma, más de 16,000 personas tienen acceso a agua, sin necesidad de construir cisternas ni represas, según datos del programa GLOF-2 de la ONU.

En Husain Abad, se construyeron ocho stupas este año, almacenando hasta 20 millones de litros de agua congelada, reporta el agricultor Mohamed Raza. Esta estrategia ha marcado un antes y un después en la agricultura de la zona.

Temporadas agrícolas más amplias

Gracias a los glaciares artificiales, ahora los agricultores pueden sembrar hasta tres veces al año. “Antes solo plantábamos en mayo, pero ahora sembramos desde marzo”, señala Bachir Ahmed, de 26 años.

No obstante, esta ventaja también trae retos. Sher Muhammad advierte que el aumento de temperaturas afecta la calidad de las cosechas, y que Pakistán se calienta al doble del ritmo global promedio.

Este fenómeno, junto con la dependencia de fuentes externas de agua, coloca al país en una situación crítica: el 80% de su territorio es árido o semiárido, y es uno de los 15 países con mayor escasez de agua según la ONU.

“Ante el cambio climático no hay ricos ni pobres, ni urbanos ni rurales. Todos somos vulnerables”, afirma Yasir Parvi, joven agricultor pakistaní. Así, la comunidad responde con resiliencia y creatividad, usando la ciencia y el conocimiento tradicional para enfrentar uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo.

Fotos e información: AFP