Doña Norma es una usuaria del Centro de Orientación para la Primera Infancia (COPI), perteneciente al DIF del Municipio de Mérida, un espacio que, desde 2023, se ha vuelto un lugar clave para la atención de Leandro, un niño de casi 5 años con un prediagnóstico con espectro autista.

Es el apoyo del personal experto, pero sobre todo de su amor incondicional como abuela y principal cuidadora, lo que ha logrado que el menor se adapte en un mundo en el cual, muchas veces no les comprende.

Día Mundial de Concientización sobre el Autismo

Cada 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo y como una neurodivergencia en un país en vías de desarrollo como México, el rápido diagnóstico, así como su puntual tratamiento, se hace indispensable, como el que, por fortuna, Leandro ha tenido acceso. 

Este proceso no ha sido sencillo, pues Norma, a quien el niño se refiere como mamá, ha luchado para que al momento tenga un desarrollo del lenguaje expresivo, incluso superior a otras infancias de su misma edad.

Camino del tratamiento

Doña Norma se enteró desde hace poco más de dos años de este espacio y recordó que desde muy temprano detectaron que Leandro tenía sus particularidades, en comparación de bebés de su edad, entraba en crisis cada vez que lo bañaban, por lo que acudieron a un especialista, por lo que la ruta desde sus primeros años era que el menor vivía con un grado del espectro autista, por lo que inició el camino para su tratamiento.

Desafortunadamente se atravesó la pandemia, y debido a las restricciones para con la movilidad, Leandro se quedó algún tiempo sin esa atención de parte un profesional, pero mamá Norma, como el niño se refiere, no bajó la guardia y siguió luchando.

 Una vez que se inició lo que en su momento se llamó “la nueva normalidad”, acudió al COPI que se encuentra en la colonia Castilla Cámara; fue en ese lugar en donde encontró lo que buscaba, una atención que ha derivado en la adaptación del menor a su entorno.

“Mi niño ya tenía dos años y no hablaba, pero con la atención de año y medio ha hecho una gran diferencia, yo lo puedo ver como una mamá 24/7”, indicó.

Un diagnóstico temprano

Consideró que la pauta clave para infancias como Leandro, es un diagnóstico temprano y certero, esto con el fin de poder tener acceso al tratamiento más óptimo, de acuerdo a sus necesidades particulares. Apuntó que, con la ayuda psicológica a Leandro no ha sido necesario medicarlo, ya que era candidato para tratarlo desde el punto de vista farmacológico.

“Pensé en lo que me dijo el neurólogo, luego pensé en qué tan necesario era que Leandro dependiera de un medicamento, entonces decidí por lo sano, me la rifé y ahora estamos muy bien”, aseguró.

Relató que en ocasiones se ha sentido agotada, incluso “bajoneada”, triste al punto de estallar en llanto, sin embargo, las ganas,  la fuerza desbordante prevalece al ver sus logros, las victorias de Leandro.

“Para mí, él es mi fuerza, es mi nieto, pero también es mi todo, es el motor para que yo no me rinda nunca”, compartió.