A pesar de la expectativa y la llegada puntual de más de 200 personas antes de las 6:00 de la mañana, la nubosidad impidió que K’iin hiciera su aparición completa en el Templo de las Siete Muñecas, en la zona arqueológica de Dzibilchaltún.
Turistas locales y extranjeros madrugan para el fenómeno maya
Ni la heladez de la madrugada evitó que turistas locales, nacionales y extranjeros acudieran al lugar, al norte de Mérida, para presenciar este fenómeno arqueo-astronómico. En la tradición maya, este evento marca el inicio de la temporada de siembra, al indicar que la tierra comenzaba a ser fértil.
La nubosidad sorprendió a los asistentes
Aunque el sol logró ser visto en una de las ventanas de la estructura, el paso esperado por la puerta principal nunca ocurrió, generando diversos comentarios entre los asistentes.
“Muchos se quedaron esperando el momento exacto y salieron un poco confundidos”, comentaron algunos visitantes.
Menor afluencia de rituales y vestimenta tradicional
A diferencia de años anteriores, esta vez se observó menos presencia de personas vestidas de blanco o realizando rituales personales para recibir la energía de la primavera.
Reapertura tras dos años de cierre por obras
El sitio arqueológico reabrió sus puertas al turismo tras dos años, luego de permanecer cerrado desde 2023 debido a la construcción del Centro de Atención a Visitantes (Catvi).
Importancia histórica del Templo de las Siete Muñecas
La estructura recibe su nombre porque bajo el piso de su cámara principal se encontró una ofrenda con siete figuras de barro con forma humana. Dzibilchaltún tuvo su auge entre los años 600 y 1000 d.C., convirtiéndose en uno de los sitios mayas más emblemáticos del norte de Yucatán.
El equinoccio en Dzibilchaltún sigue siendo una experiencia única, incluso cuando la naturaleza impone sus condiciones.
Quadratín/Fotos INAH