Foto: Guillermo Castillo

El papel de las mujeres en la maricultura y acuacultura

Mujeres de mar de toda la costa yucateca, dedicadas a la maricultura y a la acuacultura, compartieron sus experiencias, pero sobre todo los retos a los que se han enfrentando al incursionar en este sector de la producción, el cual históricamente había sido ocupado por hombres.

Durante el encuentro, se destacó el valor del trabajo que ellas realizan, no solo en esta actividad que puede ser la respuesta para permitir que la pesca siga siendo sustentable en Yucatán, sino también su rol como “guardianas” contra la pesca furtiva.

Encuentro en el CEPHCIS de la UNAM

El encuentro se realizó en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHCIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México en la capital yucateca, y participaron mujeres que se dedican al cultivo de especies marinas, ya sea de agua dulce o salada.

Una de ellas es Rocío de la Cruz Mendoza Dorantes, integrante del Refugio Pesquero de Celestún, y también forma parte del grupo de vigilancia en esa zona de la costa yucateca. Junto a sus compañeras realiza recorridos y reporta la pesca ilegal, no regulada o no reglamentada.

Maricultura: alternativa sustentable para la producción marina

Esta agrupación también está incursionando en la maricultura, la cual es una actividad que se centra en el cultivo de organismos marinos, como peces, crustáceos, moluscos y algas, en ambientes marinos o estuarios.

Esta actividad se lleva a cabo en instalaciones controladas, como jaulas flotantes, estanques o plataformas, y busca producir alimentos de manera sostenible.

La principal diferencia entre la maricultura y la pesca radica en que la primera cría y cultiva organismos, mientras que la segunda se refiere a la captura de especies marinas en su hábitat natural. Es decir, la maricultura es un proceso de producción controlada, mientras que la pesca es un proceso de recolección.

Desafíos de las mujeres en la pesca y acuacultura

Mendoza Dorantes dijo que el papel que realizan las mujeres en estas actividades productivas y en la vigilancia de la costa es fundamental y poco visibilizado, bajo el argumento de que han sido actividades relacionadas a los hombres. Romper esos paradigmas ha sido un reto con el que aún tienen que lidiar a lo largo de la costa yucateca.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *