Daño ambiental
Apenas hace unos días, nos enteramos de que la Profepa había intervenido en el puerto de Sisal por la devastación de más de 10 mil metros cuadrados de manglares en ese sitio, cuando ahora reporta la devastación de un extenso terreno de selva media en la Reserva Biocultural del Puuc, ubicada en Tekax.
En este caso se trata de dos predios, el primero mide una hectárea, en la que predominaba el ecosistema de selva mediana subcaducifolia, mismo que fue retirado para cultivar oleaginosas.
En el segundo, los inspectores encontraron maquinaria pesada tipo bulldozer, con la que se estaba eliminando vegetación de selva mediana subcaducifolia; aquí la zona removida alcanzaba las 10 hectáreas.
Este nuevo ecocidio estuvo perpetrado por grupos asentados en esa zona, por lo que los ciudadanos piden que se empiecen a tomar medidas más estrictas para quienes no tienen el mínimo empacho en acabar con los recursos naturales del estado de forma, además, ilegal. ¿Será?
Saldo blanco
Pues terminó el Carnaval de Mérida y aunque muchos dicen que ya no les gusta y que ya no van porque lo retiraron del Paseo de Montejo hace ya muchos años, las fiestas en “Ciudad Carnaval” destacaron porque no hubo mayores contratiempos y concluyeron con saldo blanco.
En contraste, otros carnavales que han empezado a hacerse cada vez más populares como el de Progreso y Kanasín, no corrieron con la misma suerte pues en redes sociales se difundieron videos de peleas entre participantes, algunas de las cuales incluso requirieron la intervención de las fuerzas policiacas.
Por fortuna ninguno de estos casos pasó a mayores y quedaron más bien como anécdotas carnavalescas, pero demuestran que popularidad no necesariamente significa seguridad, y que habrá que trabajar más duro y prepararse mejor, pues es un hecho que mientras más gente, más crecen los potenciales riesgos.
Se espera que las autoridades municipales hayan tomado nota y den prioridad a acciones que mantengan las fiestas populares en un ambiente 100 por ciento familiar. ¿Será?
Más polémica por maltrato
Ciudadanos criticaron al alcalde de Kanasín, Edwin Bojorquez Ramirez, a quien acusan de haber impedido una manifestación que se realizaba por el atropellamiento de una perrita, todo para que “nadie manchara su carnaval”.
Señalan que el edil utilizó a personal del ayuntamiento para obstaculizar la marcha hacia el palacio municipal, incluso con actos intimidatorios hacia las activistas que pedían se aplique la ley en contra del maltrato animal.
El alcalde de Kanasín informó que el ayuntamiento ya atiende el caso, aunque otros criticaron la protesta, señalando que otras tragedias no generan la misma reacción social. ¿Será?