Foto: Juan Manuel Contreras

La muestra de Gaber aborda la importancia de la vivienda

El artista plástico William Gaber inauguró en la galería Lux Perpetua, ubicada en la colonia Itzimná, su exposición “Un techo sobre mi cabeza”, una muestra que aborda la vivienda desocupada a partir de su experiencia en una residencia artística en Japón.

La exhibición incluye 35 piezas, que abarcan desde esculturas monumentales hasta una instalación.

El fenómeno de las viviendas desocupadas en el mundo

Durante una rueda de prensa, Gaber compartió detalles de su investigación sobre las casas abandonadas en Japón. Fue en ese país donde conoció el trabajo de un director de un proyecto relacionado con este fenómeno global, algo que no había observado antes. "Es un problema relacionado con el empobrecimiento, la migración, los impuestos y la baja tasa de natalidad", explicó Gaber.

Desocupación habitacional: un problema global

A través de su investigación, el artista descubrió que la desocupación habitacional es un fenómeno que afecta no solo a Japón, sino también a países como Italia, España y México. “En Yucatán, el 13% del parque habitacional está abandonado, la misma cifra que en Japón”, comentó Gaber. Sin embargo, aclaró que no busca dar respuestas definitivas al problema, sino más bien generar una reflexión sobre la importancia de la vivienda como un contenedor de la experiencia humana.

La obra de Gaber: reflexiones sobre el espacio habitable

Una de las piezas más destacadas de la exposición es “El barrio de las luciérnagas”, inspirada en una tienda en Onomichi, Japón, atendida por una anciana. La obra está compuesta por un contenedor con ventanas-lupas que permiten observar el interior de una pequeña colonia en miniatura. Esta pieza refleja el concepto de un espacio habitable, con la luz dorada resaltando lo que ocurre dentro de él.

La influencia de la filosofía japonesa en la obra de Gaber

El curador de la muestra, Alberto Arceo Escalante, destacó la sólida trayectoria de Gaber y la riqueza conceptual de su trabajo. Además, Mimí Cervera Villamil, coordinadora de la galería Lux Perpetua, resaltó la complejidad de la exposición, que incluye pintura, escultura e intervenciones en muro.

William nos hace pensar en el espacio y cómo redistribuye el espacio arquitectónico sobre una superficie, construyendo una plástica compleja”, comentó Cervera. También subrayó la influencia de la filosofía japonesa, visible en el uso del blanco y negro para representar la dualidad de la ausencia y la presencia en la obra.

Un espacio escultórico que reactiva el barrio

Finalmente, la exposición se extiende a un espacio escultórico dentro de la galería, donde Gaber ha intervenido el área. Este jardín escultórico se presenta como un punto de encuentro entre lo público y lo privado, una intervención que busca reactivar el barrio y ofrecer una nueva experiencia del espacio urbano.

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