CONTRASTE

En Yucatán, 44.6% de la población de 18 años y más considera la inseguridad como el problema; en 2010, solo lo pensaba el 37.8%.

Impacto del robo a casa habitación en la percepción de seguridad

Aunque los niveles de seguridad que existen en Yucatán hacen de la entidad uno de los sitios más habitables del país, el delito de robo a casa habitación y algunos prejuicios en torno a la población inmigrante han impactado en la percepción de seguridad que tienen los yucatecos en los últimos años.

Todos los indicadores oficiales sobre la tasa de incidencia delictiva en la entidad muestran que del 2010 a la fecha hay una baja sostenible; sin embargo, la sensación de inseguridad va al alza.

Datos sobre la percepción de inseguridad

En Yucatán, 44.6% de la población de 18 años y más considera la inseguridad como el problema más importante que aqueja a la entidad federativa, mientras que en 2010, solo 37.8% de la ciudadanía tenía esa preocupación, según datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública del Inegi.

Estigmatización de los "foráneos"

El antropólogo social José Ricardo Maldonado Arroyo, egresado de la Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad Mérida, de la UNAM, indicó que en el imaginario colectivo del yucateco, existe la idea de que los "foráneos", como popularmente se les llama a los inmigrantes que vienen de otros estados a vivir a Mérida o a otros puntos, son responsables de los problemas de delincuencia e inseguridad que se reportan a diario.

Declaraciones del gobernador sobre el robo a casa habitación

El propio gobernador Joaquín Díaz Mena reconoció en su último encuentro mensual con los medios de comunicación que el robo a casa habitación se ha convertido en un problema social que impacta de manera directa en la percepción de seguridad que tienen los yucatecos.

Incluso, consideró que ya es momento de promover acciones para cambiar el Código Penal del Estado de Yucatán y su equivalente a nivel federal para que haya penas corporales más severas a quienes cometan ese delito y el aparato de justicia actual deje de operar como una "gran puerta giratoria", en donde los ladrones tardan más en entrar que en estar libres y volver a delinquir.

Estadísticas sobre incidencia delictiva

Por ejemplo, durante el 2010 en Yucatán se reportaron 37,647 delitos por cada 100,000 habitantes, contra los 24,952 reportados en el 2023, de acuerdo con la Tasa de Incidencia Delictiva por entidad que maneja el Inegi.

Sin embargo, un dato que llama la atención sobre ese estudio es que, en el 2019, año de la pandemia del Covid-19, los delitos reportados fueron solamente 17,686, pero una vez superada la contingencia sanitaria, la tasa delictiva volvió a crecer de manera considerable en el estado.

Aumento del robo a casa habitación

A pesar de la baja general en la incidencia delictiva, el robo a casa habitación pasó de 1,894 registrados en el 2010 a 2,551 en el 2023, esto por cada 100,000 habitantes. Es decir, sí existe un cambio drástico y significativo en cuanto a la prevalencia de ese delito, que, si bien por lo general no se comete con violencia, sí causa un fuerte daño patrimonial a las víctimas.

Factores que influyen en la percepción de inseguridad

“Ese es un factor que ha impactado de manera directa en la percepción de seguridad que tienen los yucatecos, sumado a los problemas que aún tiene el país con el tema de la impartición de justicia y a los altos niveles de impunidad que existen dentro del mismo”, señaló el especialista de la UNAM en entrevista para 24 HORAS Yucatán.

Afirmó que es por ello que ahora es común que muchas personas inviertan en alarmas, cámaras de videovigilancia, en bardas y portones de herrería, y haya una especie de desconfianza en las personas que no son conocidas por el rumbo, cosas que hasta hace unas décadas no eran comunes.

Redes sociales y la reproducción de estereotipos

Asimismo, indicó que en el imaginario colectivo del yucateco, existe la idea de que los "foráneos" son responsables de los problemas de delincuencia e inseguridad que se reportan a diario.

Esa idea ha sido alimentada y promovida a través de redes sociales que buscan precisamente ganar audiencia o seguidores aprovechándose de la estigmatización y estereotipos que se han atribuido por ya muchos años a la gente de otras entidades que llega a establecerse, magnificando cuando una persona que no es yucateca comete un crimen.

“Yo creo que ya es momento de tener más cuidado en la manera en que la prensa pudiera estar reproduciendo estos estereotipos y prejuicios acerca de ciertos inmigrantes, pues eso solo criminaliza y siembra una desconfianza sin fundamentos hacia un sector de la población”, subrayó.

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