La playa de Ipanema, en Río de Janeiro, Brasil, se ha convertido en un hervidero de actividad y color, con miles de personas buscando refrescarse bajo el sol abrasante del verano brasileño.
A tan solo dos semanas del inicio del famoso Carnaval, Ipanema se encuentra abarrotada de turistas y locales que se agrupan en las arenas doradas, rodeados de una marea de sombrillas multicolores que dan vida al paisaje.
En esta temporada alta, la emblemática playa se convierte en un punto de encuentro para aquellos que desean escapar del calor y disfrutar de la vibrante atmósfera carioca.
Ambiente dinámico y multicultural.
El bullicio de la playa es inconfundible: risas, música, vendedores ambulantes ofreciendo refrescos y bocadillos típicos, y el sonido de las olas rompiendo suavemente en la orilla.
Aunque el principal atractivo sigue siendo la espectacular vista que ofrece de las montañas que rodean la ciudad, como el Pan de Azúcar y el Corcovado, Ipanema se convierte también en el epicentro de un intercambio cultural.
Los turistas, atraídos por la fama internacional de la playa, se mezclan con los cariocas, creando un ambiente dinámico y multicultural.
Cada rincón de Ipanema parece tener su propio ritmo: algunos disfrutan del bullicio cerca del mar, mientras que otros se relajan en la sombra de las sombrillas.
Fotos e información: AFP