Philadelphia Eagles se consagraron campeones del Super Bowl LIX con una contundente victoria de 40-22 sobre Kansas City Chiefs en el Caesars Superdome de Nueva Orleans.
Con una actuación dominante, anularon a Patrick Mahomes en tres de los cuatro cuartos y se tomaron revancha de la final perdida hace dos años.
Desde el inicio, los dirigidos por Nick Sirianni impusieron condiciones. Anotaron en el primer cuarto y agregaron 17 puntos sin respuesta en el segundo, dejando a Kansas City sin opciones.
Jalen Hurts abrió el marcador con su característico tush push desde la yarda uno, iniciando el dominio de Philadelphia.
Errores de Mahomes y una defensa imparable
La ofensiva de los Chiefs nunca encontró su ritmo, y Patrick Mahomes sufrió dos intercepciones clave que marcaron el rumbo del partido. Cooper DeJean robó un balón y lo llevó a las diagonales, mientras que Zack Baun interceptó otro pase, lo que permitió a A.J. Brown sumar otro touchdown para cerrar la primera mitad con un 24-0 en favor de los Eagles.
Philadelphia mantuvo el control tras el medio tiempo
Después del show del medio tiempo, Eagles continuó su dominio con un gol de campo y una anotación de DeVonta Smith, llevando la diferencia a 34-0. Kansas City logró responder con un touchdown de Xavier Worthy, pero ya era demasiado tarde.
A pesar de las anotaciones de Worthy y DeAndre Hopkins en los últimos minutos, la victoria de Philadelphia nunca estuvo en duda. Jalen Hurts cerró el partido con 221 yardas aéreas, dos pases de touchdown y una anotación personal, liderando a su equipo a su segundo título de Super Bowl en la historia.
Philadelphia Eagles: una dinastía en construcción
Con este triunfo, los Eagles suman su tercer Super Bowl en los últimos ocho años, consolidándose como una de las franquicias más consistentes de la NFL. Mientras tanto, Kansas City se quedó corto en su intento de defender el título y buscará respuestas tras una temporada en la que nunca alcanzaron su mejor nivel.
