Cerca de 200 padres y madres de familia se manifestaron en las instalaciones de la escuela secundaria “Agustín Vadillo Cicero” para exigir respuestas y medidas concretas tras un incidente ocurrido en el plantel el martes pasado y que aseguran puso en riesgo la integridad de los alumnos.
Según relataron un individuo ajeno a la institución ingresó sin autorización a un aula de tercer grado, haciéndose pasar por maestro y psicólogo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y durante su permanencia aseguran realizó comentarios inapropiados hacia los estudiantes.
Los tutores relataron que el sujeto sugirió conductas de autolesión, hizo afirmaciones intimidatorias sobre investigar a los alumnos y aseguró que sabía dónde vivían, lo que generó miedo entre los adolescentes.
“Nuestros chicos estuvieron secuestrados en su salón sin darse cuenta en su momento y no pudieron hacer nada”, coincidieron.
Durante una reunión con los manifestantes, encabezada por el subdirector, Víctor Ayil, el prefecto y una maestra de la institución, el personal escolar admitió deficiencias en sus protocolos de seguridad, lo que permitió el ingreso del sujeto.
En ese sentido, ofrecieron una disculpa pública a los padres y madres de familia, comprometiéndose a tomar medidas inmediatas para abordar el impacto emocional en los estudiantes, entre ellas brindar atención psicológica a los jóvenes afectados.
No obstante, las disculpas no fueron suficientes para calmar el descontento. Los padres cuestionaron por qué, a pesar de la gravedad de la situación, no se activaron los números de emergencia ni se solicitó apoyo policial.
Las autoridades escolares señalaron la falta de personal como un factor en la respuesta tardía, destacando que la escuela cuenta con 18 grupos de aproximadamente 40 estudiantes cada uno; y que los prefectos no se dan abasto para la supervisión.
Los manifestantes también denunciaron que las rejas del plantel permanecen sin candado durante el horario escolar, exponiendo a los estudiantes a riesgos similares en el futuro: “es inaceptable que cualquiera pueda entrar a la escuela como si nada”, expresó una madre de familia.
Ante estas críticas, el personal de la secundaria informó que planean dialogar con la SEGEY para solucionar la carencia de personal administrativo y operativo, además de revisar sus protocolos de ingreso para prevenir incidentes similares.
Los padres y madres de familia demandan que se implementen medidas concretas de seguridad y que se garantice la integridad física y emocional de sus hijos:
“No es posible que la escuela nos pide confianza cuando no pueden garantizar que nuestros hijos estén seguros dentro del aula”, declaró otro de los manifestantes.