Desescolarización en Pakistán: una tragedia que persiste
La pobreza y el trabajo infantil en Pakistán son factores que dificultan el acceso a la educación. En zonas rurales como Abdullah Goth, cerca de Karachi, la escolarización no es una prioridad para las familias.
En este pequeño pueblo, Aneesa Haroon, una niña de 11 años, deja sus estudios a mitad del día para ayudar a su padre en el campo. Para muchos niños en Pakistán, la escuela es solo una opción secundaria.
Pakistán enfrenta una de las tasas de desescolarización más altas del mundo, con más de 26 millones de niños fuera del sistema educativo, según datos del gobierno.
La pobreza es el principal impulsor de esta crisis. Según el Banco Mundial, el 40% de la población pakistaní vive por debajo del umbral de pobreza.
Las familias enfrentan dilemas educativos y económicos
En Abdullah Goth, la escuela gestionada por la fundación Roshan es la primera en el pueblo. Sin embargo, el colegio público más cercano está a 10 km de distancia, lo que dificulta aún más el acceso a la educación.
Las familias, inicialmente reacias a enviar a sus hijos a la escuela, finalmente accedieron a inscribirlos a cambio de cestas de alimentos.
Aunque la educación pública es gratuita, los recursos son limitados, y muchas escuelas no cuentan con la infraestructura adecuada. Además, el conservadurismo, el cambio climático y la violencia afectan la vida de las familias, lo que contribuye a que los niños abandonen la escuela.
A pesar de los esfuerzos por promover la educación, los niños en Abdullah Goth deben ayudar a sus familias. Aneesa y otros niños trabajan en los campos y en el mercado para apoyar a sus padres. Kamran Imran, un niño de 10 años, trabaja en un garaje y gana 250 rupias al día, una cantidad que ayuda a cubrir las necesidades básicas de su hogar.
La urgencia de un cambio en el sistema educativo
La situación es alarmante y requiere una respuesta inmediata. El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, ha reconocido la "urgencia educativa" y ha prometido aumentar el presupuesto educativo en los próximos años.
Sin embargo, la falta de recursos y las desigualdades sociales siguen siendo barreras significativas para los niños en situación de vulnerabilidad.
Fotos e información: AFP