Foto: Guillermo Castillo

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En el poniente de la ciudad de Mérida, en una humilde vivienda de la colonia Madero, reside Isabel Medina Sánchez, una mujer cuya vida es un testimonio de lucha y resistencia. Su hogar se ha convertido en el escenario de una batalla diaria contra la enfermedad y la precariedad.

Postrada en cama por diversas dolencias, Isabel depende completamente de su hija, quien, a pesar de tener una discapacidad, se ha convertido en su principal sustento.

La vida de Isabel no ha sido fácil, un soplo en el corazón, diabetes y un posible diagnóstico de cáncer en el estómago la han confinado a una cama, limitando drásticamente su movilidad y su autonomía.

A esta difícil situación se suma la precaria situación económica que enfrentan, donde los ingresos apenas alcanzan para cubrir las necesidades básicas.

“Yo lo que necesito ahorita son los pañales para adulto, porque luego de entrar al hospital se empeoró un problema en la espalda que me obliga a estar en cama, no me puedo parar ni para ir al baño”, comentó.

Explicó que el único apoyo que recibe es de parte de su hija con discapacidad, quien es la que la baña, atiende, ve por ella, consiguiendo lo más básico para sobrevivir, no obstante, dijo que muchas veces ese gran esfuerzo no es suficiente, ya que constantemente se queda sin lo necesario para transcurrir sus padecimientos de una forma digna.

La señora Isabel indicó que la petición a la ciudadanía en general e incluso a las autoridades competentes es que le brinden ayuda en especie, pues la necesidad es grande, explicando que cada tres días debe comprar pañales para adulto, los cuales cuestan en promedio unos 250 pesos, cantidad que es complicado conseguir.

Dijo que lamentablemente ella está sola gran parte del día, postrada en cama y a pesar que otras hijas estas se han desentendido de ella, haciendo esta travesía también un calvario emocional.

Tan solo su hija de 25 años se ha convertido en su principal apoyo asumiendo responsabilidades que superan con creces su discapacidad. Con gran esfuerzo y dedicación, procura el bienestar de su madre, convirtiéndose en su cuidadora, su compañera y su principal fuente de amor.

Explicó que no tienen más apoyo económico que el que le brinda el gobierno federal a su hija por ser una persona con discapacidad.

La situación económica de Isabel y su hija es crítica, los recursos son escasos y no alcanzan para cubrir todas las necesidades, especialmente la compra de pañales para adulto y alimentos.

Esta carencia se agudiza aún más debido a sus condiciones actuales, las cuales requieren cuidados especiales y una alimentación adecuada que pocas veces es posible.

Desde su humilde hogar ubicado en los cruces de las calles 27 con 28 y 30, con número de predio 196 a en la colonia Madero, Isabel y su hija hacen un llamado a la solidaridad de la sociedad yucateca.

Necesitan urgentemente apoyo para adquirir pañales para adulto, así como despensa. Cualquier ayuda, por pequeña que sea, puede marcar una gran diferencia en sus vidas y brindarles un respiro en medio de la difícil situación que atraviesan.

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