Han pasado más de cinco años desde la aparición del covid-19, y aunque su impacto se ha reducido, el virus sigue siendo una preocupación activa. Más de 777 millones de personas han sido infectadas oficialmente, y las muertes superan los siete millones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ómicron y las variantes dominantes

Desde el 2021, la variante ómicron se ha establecido como dominante, con subvariantes que no muestran mayor severidad. Aunque el virus se ha vuelto progresivamente endémico, los expertos no descartan la posibilidad de nuevas variantes más virulentas.

La OMS retiró el nivel de alerta máxima por pandemia en mayo de 2023, pero en 2024, más de 3,000 personas fallecieron en 27 países entre octubre y noviembre.

Vacunas: clave contra la pandemia

Se han administrado más de 13,600 millones de dosis de vacunas, aunque con desigualdades significativas entre países. Las vacunas adaptadas a ómicron siguen siendo recomendadas para personas vulnerables.

El desarrollo de vacunas de ARN mensajero representa una esperanza no solo para el covid-19, sino también para enfermedades como el cáncer.

El reto del covid prolongado

Cerca del 6% de los infectados desarrollan covid prolongado, caracterizado por síntomas persistentes como fatiga, dificultad para respirar y problemas de concentración. Este síndrome sigue siendo una carga importante para los sistemas de salud y requiere más investigación.

Preparación ante futuras pandemias

El covid-19 ha dejado lecciones valiosas, pero los científicos advierten que nuevas pandemias son inevitables. Las enfermedades zoonóticas, como la gripe aviar, se multiplican debido a la deforestación y el contacto con fauna silvestre.

A pesar de los avances, persisten desacuerdos entre países ricos y pobres sobre cómo prevenir futuras pandemias, mientras la desinformación y la desconfianza hacia las vacunas crecen.

AFP

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