El naufragio de dos petroleros rusos en el estrecho de Kerch, ocurrido a mediados de diciembre, ha provocado una grave marea negra que ha afectado la fauna marina en el mar Negro. Según la oenegé rusa Delpha, más de 30 mamíferos marinos han muerto debido a este desastre ambiental.
El derrame de petróleo y sus consecuencias
El incidente comenzó el pasado 15 de diciembre, cuando los petroleros, que transportaban 9,200 toneladas de fuel, fueron sorprendidos por una tormenta en la región. Al menos el 40% del combustible se derramó en el mar, generando una crisis ambiental de gran magnitud.
Entre las especies afectadas se encuentran cetáceos como delfines y marsopas, cuya población ha sufrido una importante pérdida. “La mayoría de los cetáceos murieron en los primeros diez días tras la catástrofe”, señaló la organización Delpha en Telegram, describiendo las cifras de mortalidad como "atípicas".
Esfuerzos de limpieza en las costas afectadas
Desde el inicio del derrame, cientos de voluntarios y autoridades han trabajado en la limpieza de las playas de Crimea y la ribera rusa. Según el Ministerio ruso de Emergencias, más de 68 kilómetros de costa han sido intervenidos, aunque el tipo de combustible derramado, por su densidad, dificulta considerablemente su eliminación.