El primer día del año amaneció con una calma inusual en la Blanca Mérida, las calles, que habitualmente se llenan con el tráfico vehicular o por la actividad comercial, se mostraron semi vacías, ofreciendo una imagen contrastante con el bullicio de los días previos a este primer día del año, esto para muchas personas representa un respiro de tranquilidad que invita a la reflexión y al descanso tras las celebraciones del año que inicia.
Previo a este día de descanso para muchas personas, el Centro Histórico de la capital yucateca había lucido abarrotado, las personas inundaron las calles de la urbe meridana, particularmente en aquellas zonas cercanas a los comercios, compras de última hora para presumir el estreno en la noche vieja, una de las principales motivaciones, otro tanto acudió para los últimos detalles de la cena o para comprar pirotecnia.
De acuerdo al presidente de la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo (Canaco Servytur) en Mérida, Levy Abraham Macari, se espera que la derrama económica por la actividad comercial de diciembre sea cercana a los 16 mil millones de pesos, duplicando lo captado en noviembre por el Buen Fin.
Las principales arterias de la ciudad, acostumbradas al flujo constante de vehículos, lucieron prácticamente desiertas en las primeras horas de este primero de enero. Avenidas como Paseo Montejo, la Plaza Grande y las inmediaciones del Monumento a la Patria, puntos neurálgicos de la vida meridana, presentaron un mínimo de actividad, con contados vehículos circulando, también se pudo observar la mayoría de los comercios con las cortinas abajo.
Reflexión
A pesar de la tranquilidad general, algunos madrugadores aprovecharon la calma para realizar ejercicio al aire libre. Corredores, ciclistas, skatos o personas paseando a sus mascotas se dejaron ver en puntos como Paseo Montejo, disfrutando de un ambiente de tranquilidad poco común en la ciudad.
“Empezamos el año haciendo ejercicio, aprovechamos que no hay movimiento en Paseo Montejo para correr unos kilómetros. Ya disfrutamos la noche, pero también esto es una disciplina y un hábito que no hay que dejar”, comentó Francisco Quijano, quien poco antes de las 9:00 horas ya había corrido unos 4 kilómetros.
El silencio y la calma de este primer día del año contrastan fuertemente con la algarabía y el movimiento de los días previos, marcados por las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.
La ciudad parece tomarse un respiro, recargando energías para afrontar el nuevo ciclo que comienza. De hecho, no para todos fue un día libre o de asueto ya que la búsqueda por el sustento continúa, el caso de Noé Chuc Poot, comerciante de frutas y verduras, llegó a su puesto pasadas las 11:00 horas, por lo general lo hace a las 6:00 horas, pero por ser festivo se tomó unas horas más.
“Abrimos tarde el puesto pero hay que venir aunque sea un momento, va haber gente que en algún momento va buscar algo diferente del recalentado, la mayoría de la competencia no trabajó y hay que aprovechar”, indicó.
Este primero de enero en Mérida dio a la ciudadanía una oportunidad para la reflexión, el descanso y la convivencia familiar. Un día para disfrutar de la tranquilidad de la ciudad, recargar energías y trazar nuevas metas para el año que inicia.