Desde hace más de un año, un grafiti simple y contundente comenzó a aparecer en los desgastados muros de La Habana: «Necesitas ser feliz».
Este mensaje, aparentemente inocente, se ha convertido en un eco de reflexión para muchos y en una fuente de inspiración para jóvenes creadores cubanos.
Mr. Sad y la rebelión del grafiti en Cuba
El autor de esta frase es Mr. Sad, un sociólogo de 27 años, quien ha jugado con los límites de la rebeldía en un país donde la censura ha obligado a muchos artistas callejeros a emigrar o abandonar sus murales.
Según él, el grafiti no es solo una obra de arte; es una invitación a la introspección, un espejo en el que las personas pueden mirarse y reflexionar sobre su vida.
«Mi intención es solo generar un espejo para que las personas se detengan un momento y vean qué tienen dentro», explica Mr. Sad.
El grafiti busca cuestionar las consignas institucionales de Cuba, que han predominado durante más de seis décadas. Mensajes como «Patria o muerte, venceremos» ocupan aún el espacio público cubano, pero la juventud ha comenzado a apropiarse de estos muros para expresar su propia identidad.
Un mensaje imperativo para la sociedad cubana
Mr. Sad convierte la frase «Necesitas ser feliz» en un «imperativo», en la «más amable de las órdenes». El mensaje ha captado la atención de la sociedad cubana, acostumbrada a las órdenes, especialmente aquellas provenientes de la propaganda revolucionaria.
La juventud, en particular, ha respondido a este mensaje con un creciente interés en ocupar el espacio público de manera distinta.
El grafiti de Mr. Sad ha tenido un impacto significativo en la sociedad cubana. Ha inspirado a muchos a tomar decisiones trascendentales, desde superar el abuso doméstico hasta enfrentar problemas de identidad de género.
La frase se ha convertido en un recordatorio de que todos tienen derecho a ser felices, independientemente de las circunstancias.
AFP