En el corazón de la colonia García Ginerés, el hogar de doña Adelaida Cáceres Molina se llenó de alegría y celebración con motivo de sus 100 años de vida. Rodeada de sus hijos, nietos y seres queridos, esta mujer, conocida cariñosamente como “doña Adela”, compartió con 24 HORAS Yucatán los secretos de su longevidad y reflexiones sobre su vida.

A pesar de haber alcanzado el centenario, doña Adela goza de buena salud, algo que ella atribuye al trabajo duro que siempre ha sido parte fundamental de su vida.

“Me siento natural“, afirmó con serenidad durante la entrevista, y confesó su amor por la cocina, una actividad que siempre le ha brindado satisfacción y que considera esencial para mantener una vida plena.

Con una mirada llena de orgullo y ternura, doña Adela se refirió a su hija Leidy Bojórquez, destacando: “Mira qué bonita está”. Por su parte, Leidy compartió detalles sobre la historia de vida de su madre, resaltando su fortaleza y dedicación:

Sola, después de tener cinco hijos, ella empezó a criarlos y trabajó duro para sacarnos adelante. Hacía de todo: planchaba, cocinaba, y nos enseñó el valor del esfuerzo”.

Leidy también enfatizó la importancia del apoyo familiar: “Al crecer, nosotros suspendimos todo el trabajo que ella tenía para cuidarla y responder por ella. Ahora mis hijos también la quieren mucho porque ella también ayudó a criarlos”.

La celebración por los 100 años de doña Adela fue tan especial como ella. Con una energía envidiable, bailó en su silla de ruedas hasta altas horas de la noche, rodeada de cariño y música.

Doña Adela también tuvo palabras para las nuevas generaciones, aconsejándoles ayudar en el hogar, especialmente en la cocina, para construir una vida plena y saludable.

Su legado de trabajo, amor y resiliencia se mantiene vivo en cada miembro de su familia, quienes celebran no solo su longevidad, sino también los valores que les ha transmitido.

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