Diseño: Aura Andrade

El 17 de diciembre de cada año, se conmemora el Día Internacional para poner fin a la violencia contra las trabajadoras sexuales (PERTS).

Esta fecha surgió como respuesta a los crímenes violentos ocurridos en Seattle entre los años 80 y 90, cuando un asesino serial acabó con la vida de más de 49 PERTS con el supuesto fin de “limpiar las calles”.

Hoy, es un llamado global a erradicar la violencia, estigmatización y discriminación que estas personas enfrentan.


La realidad de las PERTS: Violencia y Estigmatización


Las personas trabajadoras sexuales, incluidas mujeres cis, personas trans y hombres, enfrentan altos niveles de violencia y discriminación. Según datos de la Encuesta sobre Trabajo Sexual, Derechos y No Discriminación 2020, el 78.7% de las PERTS han sufrido violencia o discriminación por parte de la policía, mientras que el 69.2% ha sido víctima de violencia por parte de los clientes.


La criminalización del trabajo sexual en la mayoría de los países y su estigmatización perpetúan estas violaciones a los derechos humanos. En muchos contextos, las PERTS son reticentes a denunciar debido al miedo de ser perseguidas por ejercer este trabajo.


COPRED y Organizaciones Exigen el Reconocimiento de Derechos


En el marco de esta conmemoración, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED) ha hecho un llamado a garantizar los derechos humanos de las trabajadoras sexuales, destacando la importancia de su reconocimiento legal y el acceso a servicios sin discriminación.

Además, COPRED pide el fin de las intervenciones fundadas en el concepto de "rescate" y la promoción de un enfoque integral que involucre el sector salud, judicial y legislativo.


Acciones Necesarias para Poner Fin a la Violencia


Las trabajadoras sexuales continúan enfrentando amenazas de violencia física, sexual, emocional y económica.

Además, las políticas y leyes existentes en muchos países, incluida México, agravan esta vulnerabilidad.

Es fundamental que se reconozca la diferencia entre trata de personas y trabajo sexual, apoyando a las víctimas de trata con leyes específicas, mientras se garantiza la seguridad y derechos de quienes ejercen el trabajo sexual por elección propia.


El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) también ha reafirmado su compromiso para poner fin a los crímenes de odio y violencia contra las trabajadoras sexuales, garantizando su derecho a decidir sobre sus cuerpos y vidas.


Un Llamado a la Acción


Desde el COPRED, se insiste en la necesidad de un cambio cultural que erradique el estigma hacia las trabajadoras sexuales.

Este cambio debe ir acompañado de políticas públicas que respeten sus derechos y les brinden condiciones laborales seguras y dignas.


El trabajo por la dignificación de las personas trabajadoras sexuales sigue siendo una tarea colectiva.

El reconocimiento de sus derechos y la lucha contra la violencia continúan siendo esenciales para garantizar su bienestar y seguridad.

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