La narcoguerra en Sinaloa sigue incrementando el número de desaparecidos en el estado, un fenómeno que ha alcanzado cifras preocupantes. En menos de 24 horas, al menos 40 personas fueron reportadas como desaparecidas entre el martes y miércoles pasados, lo que eleva el número total a más de 700 personas.
Sin embargo, la Comisión Estatal de Búsqueda solo reconoce 465 desapariciones, argumentando que algunos ya han regresado.
La crisis de las desapariciones en Sinaloa
La violencia derivada del enfrentamiento entre los cárteles de Los Mayitos y Los Chapitos ha aumentado drásticamente las desapariciones.
Según el recuento diario realizado por el medio Noroeste, el número de personas desaparecidas no había alcanzado cifras tan altas desde el inicio de la narcoguerra.
Además, la Fiscalía Estatal reporta 695 casos de plagios en los tres meses que lleva el conflicto, que se intensificó en septiembre de 2024.
Secuestros en Mazatlán y otras ciudades
Recientemente, el secuestro de 31 internos en cuatro anexos de Mazatlán ha llamado la atención. Los hombres armados que ingresaron a los centros de rehabilitación «invitaron» a los internos a unirse a sus filas, y muchos aceptaron «voluntariamente».
Estos casos reflejan un patrón alarmante: la extorsión, el secuestro y la manipulación de personas vulnerables están siendo aprovechados por los cárteles en la región.
Causas del aumento de desapariciones
Según el especialista en seguridad pública David Saucedo, la narcotización de la economía en Sinaloa ha generado una serie de problemas, como el blanqueo de capitales a través de negocios de fachada.
Este fenómeno ha derivado en ataques a empresarios locales, y ha propiciado que los cárteles extorsionen y secuestren tanto a personas de círculos empresariales como a aquellos involucrados en actividades criminales como el narcomenudeo.
Saucedo explicó que en un conflicto entre cárteles, los secuestros aumentan debido a que los grupos criminales buscan obtener información financiera mediante torturas. Los secuestrados, después de ser interrogados, son comúnmente asesinados.
La problemática del reclutamiento en anexos
Un aspecto importante de este fenómeno es el reclutamiento en anexos, considerados semilleros para el narcotráfico.
En Mazatlán, 31 internos fueron «invitados» a unirse a los cárteles. Negarse a unirse significaba, en muchos casos, la muerte segura, como ocurrió en la masacre de San Fernando en 2010.