Por Abraham Bote Tun
La temporada navideña, aunque llena de celebraciones, también es un desafío para el medio ambiente. Durante estos días, el consumo de energía eléctrica y la generación de residuos aumentan hasta un 30% en comparación con otros meses del año.
Para reducir este impacto, es esencial cambiar nuestros hábitos y tomar decisiones conscientes, especialmente en Mérida y otras zonas de Yucatán.
Aumento del consumo y la generación de residuos
Durante las festividades, el consumismo alcanza su pico. Desde la compra masiva de productos hasta el uso de fuegos artificiales y envolturas de regalos, el volumen de basura generada es alarmante.
Según Natalia Leverm, directora para México y América Latina de The Climate Reality Project, este aumento de residuos afecta tanto a la calidad del aire como a la gestión de la basura en la ciudad.
En Mérida, el único relleno sanitario disponible se ve colapsado por la cantidad de desechos, mientras que en el interior del estado existen tiraderos clandestinos que provocan graves impactos ambientales.
“Es momento de reflexionar sobre nuestras acciones y evitar el desperdicio innecesario,” comentó Leverm.
El consumo energético: un reto en Navidad
Además de los residuos, el consumo de energía eléctrica también aumenta durante esta época. Las decoraciones navideñas, que suelen incluir luces en gran cantidad, incrementan el consumo de energía hasta en un 30%, según la Comisión Federal de Electricidad.
Para contrarrestar este problema, se recomienda utilizar luces LED y apagar las decoraciones al final del día.
Alternativas para una Navidad más responsable
Leverm sugiere alternativas para hacer de la Navidad una festividad más sostenible. Entre sus recomendaciones destacan:
- Optar por árboles de Navidad naturales o en maceta. Si se elige un árbol artificial, se debe considerar que estos productos son altamente contaminantes debido a los materiales que contienen, como plástico y PVC.
- Reducir el uso de pirotecnia. Además de ser perjudicial para la salud, los fuegos artificiales contaminan el aire, el agua y el suelo.
- Preparar solo la comida necesaria. Evitar los excesos alimenticios es una de las formas más sencillas de reducir el desperdicio durante las cenas navideñas.
- Comprar de manera consciente. Es preferible adquirir productos locales para evitar el impacto ambiental de las compras a larga distancia.
Leverm resalta que la resistencia al modelo capitalista que promueve el consumo desenfrenado es fundamental para generar cambios a largo plazo. “No comprar innecesariamente durante las fiestas navideñas envía un mensaje claro a las empresas y gobiernos sobre el impacto del consumismo,” explicó.
Reflexión final: un acto de resistencia
Adoptar una vida más sustentable no es solo un gesto individual, sino una resistencia colectiva contra el consumismo excesivo. La Navidad puede ser una época de celebración sin necesidad de dañar al medio ambiente. Se trata de hacer elecciones responsables que beneficien al planeta y a las generaciones futuras.
La protección de nuestro entorno es responsabilidad de todos. Al hacer estos pequeños cambios, no solo mejoramos nuestra calidad de vida, sino que también aseguramos un futuro más saludable y equilibrado para todos.