La Cámara de Diputados ha dado un paso decisivo en la lucha contra la delincuencia al aprobar una reforma constitucional que amplia significativamente el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva.
Esta medida, que ha generado un amplio debate a nivel nacional, busca combatir la impunidad y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
¿Qué delitos se incluyen?
A partir de ahora, además de los delitos ya contemplados, la prisión preventiva será automática para quienes cometan extorsión, delitos relacionados con la producción y distribución de drogas sintéticas (incluyendo fentanilo), así como aquellos vinculados con falsos comprobantes fiscales.
La reforma también abarca delitos como la ilegal introducción y desvío de sustancias químicas utilizadas en la producción de drogas, y aquellos que atenten contra la salud y el libre desarrollo de la personalidad.
¿Por qué es importante esta reforma?
Los legisladores argumentan que esta reforma es necesaria para disminuir los índices de criminalidad y proteger a las víctimas.
Al imponer penas más severas y garantizar la prisión preventiva para ciertos delitos, se busca desincentivar la comisión de estos actos y enviar un mensaje claro a los delincuentes.
Sin embargo, críticos de la reforma advierten sobre el riesgo de encarcelar a inocentes y señalan que la prisión preventiva debe ser una medida excepcional, no la regla.
Además, expresan preocupación por la sobrepoblación penitenciaria que podría generar esta reforma.
¿Qué sigue ahora?
Con la aprobación de esta reforma, el gobierno federal deberá implementar las medidas necesarias para garantizar su correcta aplicación. Será fundamental contar con un sistema judicial eficiente y con los recursos suficientes para hacer frente al incremento en el número de casos.