127 embarazos infantiles en Yucatán en lo que va del año

En lo que va del año, Yucatán ha registrado 127 embarazos en niñas de entre 10 y 14 años, según cifras del Consejo Estatal de Población (Coespo). De estos casos, el 99% son resultado de abuso sexual infantil, señaló la doctora Ligia Vera Gamboa, investigadora y activista en temas de salud sexual y reproductiva.

Consecuencias físicas y emocionales del embarazo infantil

La investigadora de la UADY reflexionó sobre el impacto físico y emocional de los embarazos en niñas, cuyas edades coinciden con etapas de crecimiento crítico: “Estos cuerpos aún están en pleno desarrollo. Es incomprensible que haya quienes nieguen la posibilidad de interrumpir el embarazo en estos casos”.

Un problema social y cultural urgente

La especialista destacó que el embarazo en niñas y adolescentes no es solo un problema médico, sino también social y cultural.
“Estamos en los primeros lugares a nivel nacional en abuso sexual infantil. En la mayoría de los casos, los agresores son familiares o personas cercanas a las niñas, y esto no puede seguir siendo tolerado bajo ningún argumento cultural o tradicional”, sentenció.

Cifras alarmantes en adolescentes

Además de los casos en niñas menores de 14 años, Coespo reportó más de 500 embarazos en adolescentes de 15 a 19 años en Yucatán este año. Aunque la entidad no ocupa los primeros lugares nacionales en este rubro, la cifra sigue siendo preocupante y evidencia la necesidad de estrategias preventivas más robustas.

Derecho a decidir en condiciones óptimas

Ligia Vera recordó que quienes abogan por la despenalización del aborto no promueven su práctica, sino el derecho de cada persona a decidir sobre su cuerpo en condiciones óptimas.
“Queremos que cada embarazo ocurra cuando sea deseado y en el mejor momento para la persona. Sin embargo, la realidad está lejos de ello debido a condicionantes culturales, sociales, económicas y de género”, advirtió.

Transformar las raíces de la violencia

También exhortó a trabajar en las comunidades para cambiar patrones culturales que perpetúan estas violencias:
“No se trata sólo de permitir la interrupción del embarazo en casos de abuso, sino de transformar las condiciones que generan estas situaciones y prevenir que ocurran”, concluyó.

Educación y prevención, las claves

La especialista hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad civil para fortalecer la educación sexual integral, implementar programas de prevención del abuso sexual y brindar acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
“Es urgente abordar este problema desde un enfoque integral que proteja a nuestras niñas y adolescentes y les garantice una vida libre de violencia”, precisó.

Estadísticas que reflejan una realidad preocupante

En el informe 2021 del Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GEPEA) reportó que en Yucatán, el 8.6% de las niñas y adolescentes entre 12 y 19 años han experimentado un embarazo por lo menos una vez.

De acuerdo con el censo de 2020, del Inegi, el 4% de las mujeres de 12 a 17 años en Yucatán vivían casadas o unidas. Esto correspondía a 4.5 mil mujeres adolescentes.
Yucatán era la 13ª entidad con mayor porcentaje de mujeres adolescentes que vivían casadas o unidas, reportó el Inegi.

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