En las montañas de Cajamarca, al noreste de Perú, un grupo de 15 mujeres de Chilal, un caserío ubicado a 2,655 metros de altura, está marcando la diferencia frente a los efectos del cambio climático. Su iniciativa, “Hojuelas de Miel”, ha salvado a millones de abejas de la falta de alimento y se ha convertido en un modelo de adaptación climática rural.
Cómo nació “Hojuelas de Miel”
En 2021, Karina Villalobos y sus socias decidieron participar en Avanzar Rural, un programa impulsado por el gobierno peruano y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Ganaron un fondo de $27,000, que usaron para construir un vivero de plantas nativas más resistentes al clima extremo, fundamental para asegurar el alimento de sus colmenas.
Adaptación al cambio climático
Los ciclos alterados de lluvia y sequía afectan la floración en Cajamarca, poniendo en peligro a las abejas y su ecosistema. En respuesta, estas mujeres implementaron prácticas innovadoras:
- Construcción de un vivero para producir plantas nativas.
- Alimentación suplementaria para las abejas en temporadas críticas.
Estas medidas no solo garantizaron la supervivencia de sus colmenas, sino que también les valieron un incentivo adicional de $4,000 para crear un banco comunitario.
El impacto de Hojuelas de Miel
Hoy, “Hojuelas de Miel” administra 89 colmenas y genera ingresos de $13,000 anuales. Además, su banco comunitario otorga microcréditos con tasas accesibles, promoviendo el desarrollo local.
“Ahora somos mujeres empoderadas y resilientes”, afirma Karina Villalobos, orgullosa de liderar un proyecto que no solo produce miel, sino que también inspira a otras comunidades rurales.
Financiamiento climático: el desafío pendiente
Pese a los logros, menos del 2% del financiamiento climático global llega a comunidades rurales, señala Juan Diego Ruiz, del FIDA. Esto resalta la importancia de iniciativas como Avanzar Rural, que ha apoyado a más de 17,500 personas en Perú.
Con historias como la de Chilal, se evidencia que las soluciones climáticas están en manos de quienes enfrentan la crisis directamente, demostrando que el cambio comienza desde lo local.
AFP