AGROINDUSTRIA, MANUFACTURA Y ENERGÍAS RENOVABLES, SECTORES CLAVES PARA EXPORTAR 

Las autoridades estatales señalan que aprovecharán las obras de ampliación que se realizarán en el puerto de altura de Progreso, para fortalecer los lazos comerciales en América del Sur. 

Con un crecimiento sostenido en su balanza comercial con Centroamérica, Yucatán amplía su enfoque de exportación hacia América del Sur, especialmente en mercados clave como Brasil, Argentina, Chile y Cuba, con quienes este año se registraron ventas por mil millones de dólares, de acuerdo con expertos en economía y la Secretaría de Fomento Económico del Estado (Sefoet).

El titular de la Sefoet, Ermilo Barrera Novelo, afirmó que Centroamérica es un mercado natural para Yucatán, pero la oportunidad de crecimiento en América del Sur es evidente.

Según el economista Rafael Orozco Manrique, Brasil representa un destino prioritario debido a su alta demanda de productos agroindustriales y de manufactura, donde Yucatán tiene potencial competitivo.

Además, países como Argentina y Chile ofrecen nichos para la tecnología agrícola y la energía renovable, respectivamente.

En entrevista para 24 HORAS Yucatán, el secretario de Fomento Económico, Barrera Novelo informó que la balanza comercial de Yucatán con el mercado centroamericano ya está por alcanzar los mil millones de dólares, por lo que se buscará en los próximos años fortalecer esos lazos comerciales con esa zona del continente, aprovechando las obras de ampliación que se realizarán en el puerto de altura de Progreso.

Centroamérica: Un mercado natural para Yucatán

“Sin duda, Centroamérica es un mercado natural para Yucatán, y queremos que nuestras exportaciones hacia esa zona crezcan; el puerto de altura nos ayudará a dinamizar y acelerar ese proceso”, explicó.

Subrayó que la industria textil, agroalimentaria, de tecnologías de la información, entre otras, ha estado presente en países de Centroamérica y El Caribe durante varios años y aún hay grandes oportunidades para estos y otros sectores.

“Son países que, por ejemplo, demandan insumos y equipamiento para sus negocios, como cadenas restauranteras, hoteles, muebles de oficina en general, lo que ha hecho que la balanza comercial con esa zona crezca de manera sostenida, y vamos a seguir impulsando” , añadió.

Cuba, socio potencial

Precisó que recientemente Cuba se convirtió también en uno de los principales socios comerciales del Estado, por lo que también se espera que haya oportunidades para las empresas yucatecas, aunque la idea principal es abrir nichos de oportunidad en todos los países de esa zona, pues representan un mercado natural para el estado.

“Ahí hay grandes oportunidades y las vamos a seguir impulsando. Es importante no solo mantener, sino abrir nuevos mercados, y Centroamérica y los estados norteamericanos que colindan con el Golfo de México serán una gran ventana de oportunidad una vez que concluyan los trabajos de ampliación del puerto de altura”, añadió.

Por su parte, el economista Rafael Orozco aseguró que Yucatán busca ampliar su influencia económica en América del Sur, con especial interés en Brasil, Argentina y Chile.

Diversificar los destinos comerciales

Este proyecto, dijo, tiene como objetivo diversificar los destinos comerciales y crear nuevas oportunidades en sectores clave, como la agroindustria, manufactura y energía renovable.

Según el académico, Brasil, con su vasta industria y alta demanda de productos agroindustriales, encabeza los intereses de los exportadores e inversionistas yucatecos.

Destacó que el país sudamericano representa un mercado prioritario para productos yucatecos de alta calidad, especialmente en agroindustria y manufactura.

Asimismo, se observó que Argentina ofrece oportunidades en tecnología agrícola y alimentos procesados, a pesar de su crisis económica, y que Chile, con su estabilidad económica y enfoque en energías renovables, podría ser un socio clave en el sector energético.

Rafael Orozco subrayó que esta expansión no está exenta de retos, como las barreras arancelarias y las complejidades regulatorias de Brasil, así como la falta de redes de transporte eficientes en ciertas regiones sudamericanas, que elevan los costos logísticos.

No obstante, mencionó que la participación de México en la Alianza del Pacífico, junto a Chile, ofrece una plataforma para sortear algunos de estos obstáculos y facilitar las exportaciones y alianzas en tecnología y logística.

Para Orozco Manrique, este esfuerzo representa una vía rentable para los empresarios de Yucatán, quienes podrían beneficiarse con el crecimiento de las exportaciones y la reducción de la dependencia de mercados tradicionales como el de Estados Unidos.

“Si las empresas yucatecas logran establecer relaciones estables en Sudamérica, podrían ver un crecimiento importante en términos de ventas y posicionamiento de marca”, aseguró.

Mirar hacia Europa

Por otro lado, el catedrático de la Universidad Autónoma de Yucatán, Javier Becerril García, sugirió que  Yucatán debería mirar hacia mercados fuera de la región, como Europa, Medio Oriente o China.

“Estos mercados valoran más los productos con alto valor agregado”, expresó.

En Yucatán, los productos con alto valor agregado son Miel melipona y cosméticos derivados, textiles y guayaberas bordadas artesanalmente, salsas y condimentos de chile habanero y achiote, cosméticos naturales con miel y aloe vera, artesanías de henequén (bolsos y decorativos), bebidas tradicionales como el Xtabentún, dulces típicos, conservas y botánicas de chaya, según la información de la secretaría de Economía.

De acuerdo con Becerril García, los mercados sudamericanos enfrentan problemas estructurales similares a los de México, lo que limita el valor agregado que Yucatán podría ofrecer en esos destinos.

“Los mercados del sur, aunque atractivos, tienen economías que enfrentan barreras, complicando a las exportaciones yucatecas en nichos de alto valor agregado”, dijo. 

Exportaciones

De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Economía, en 2023 Yucatán registró exportaciones por un total de mil 514 millones de dólares y realizó importaciones que ascendieron a dos mil 494 millones de dólares. 

Esto resultó en una balanza comercial negativa de 980 millones de dólares, indicando que el estado importó más de lo que exportó durante ese año, por lo que el mercado centroamericano podría ayudarlos a equilibrar la balanza.

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