Jesús Siqueiros y Carlos Hernández obtuvieron la categoría de inteligencia artificial centrada en la sociedad
De acuerdo con la Gaceta de la UNAM, por el proyecto “Tejedores comunitarios de inteligencia artificial y soluciones basadas en la naturaleza, una perspectiva participativa de la IA para las transformaciones hacia la sostenibilidad urbana”, Jesús Siqueiros y Carlos Hernández, investigadores del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), obtuvieron el Google Academic Research Award 2024 en la categoría de inteligencia artificial (IA) centrada en la sociedad.
Este proyecto se centra en cómo desarrollar problemas y soluciones que integren IA con participación social y sostenibilidad. Para ello, se proponen trabajar alrededor de un estudio de caso sobre la movilidad urbana en Mérida, Yucatán.
De acuerdo con los investigadores universitarios, hay investigación que conecta IA con sostenibilidad, sostenibilidad con participación social e incluso, de forma incipiente, IA y participación social; sin embargo, desde su perspectiva, hace falta más trabajo que vincule estos tres ámbitos, pues representan retos propios que no se encuentran en los temas por separado.
Aunque no hay una vía clara para integrar estos componentes, los investigadores de la UNAM lograron unirlos en un solo proyecto. Para conseguirlo, seleccionaron un problema que puede ser tratado desde estos tres elementos y lo llamaron “justicia de la movilidad urbana”, donde la idea es mejorar el acceso a las paradas de autobús en la ciudad de Mérida.
Aunque Mérida ha mejorado su transporte público, aún tiene áreas de oportunidad. Dirigirse a la parada de autobús bajo un sol de hasta 38 grados puede ser muy estresante, incluso en bicicleta.
El objetivo es crear un grupo de trabajo en el que los usuarios del transporte público, asociaciones civiles interesadas en la sostenibilidad en movilidad urbana, el gobierno de la ciudad y los especialistas en IA participen en una discusión para diseñar un plan que sea mucho más amigable.
¿Cómo aplicarán la IA?
La IA “es muy poderosa y puede ayudar a abordar casi cualquier problema que se presente: y, como toda tecnología, tiene sus ventajas y desventajas”. Por ejemplo, se usa para la agricultura inteligente, predecir contextos urbanos (como el crecimiento de las zonas irregulares de una ciudad), identificar la desigualdad económica o gestionar el uso eficiente y efectivo del agua en lugares en situación de estrés hídrico, entre otros.
Para echar a andar el proyecto, los académicos de la UNAM tienen un año. Lo ideal es comenzar cuanto antes, y seguramente se llevará a cabo durante todo 2025.
Un proyecto integral para la ciudad
El análisis de imágenes satelitales y aéreas es común en disciplinas como la geografía, el urbanismo y la ecología. En el proyecto se podría aprovechar este tipo de tecnología para entender cómo se conecta la ciudad y cómo puede hacerlo conforme vaya creciendo.
Así, por ejemplo, podrían encontrar las rutas potenciales para que los usuarios caminen bajo las mejores condiciones hacia la parada o lo hagan en bicicleta. Con una serie de algoritmos de IA es posible sugerir vías alternas.
Carlos Hernández utiliza una serie de técnicas de IA en la decisión multicriterio, que pueden ayudar a ordenar prioridades para definir posibles rutas de tránsito.
Conectar lo social y lo ecológico
Además, hay varios puntos en los que el proyecto se conecta con la sostenibilidad, que no se limita al aspecto ecológico, sino que abarca también los sistemas sociales; es decir, la interacción entre lo social y lo ecológico.
Como problema de sostenibilidad, la idea es que la IA, con la participación de actores de la sociedad, pueda generar estrategias que integren la naturaleza en el desarrollo urbano, de modo que la ciudad misma se integre con el entorno natural, convirtiéndose en un mejor espacio para seres vivos, humanos y no humanos. Por ejemplo, que la urbe se mantenga verde, lo que proporcionaría más sombra y generaría corredores para otras especies locales en lugar de reducir su hábitat.
Una ciudad con un buen transporte público tiene varias opciones, desde los autobuses hasta las bicicletas. Cuando las personas dejan sus automóviles para usar el transporte público, significa que éste tiene un servicio de alta calidad. Este proyecto se convierte en una guía con una serie de estrategias para plantear un proyecto que articule estos tres componentes.
La propuesta está destinada a la ciudad de Mérida, aunque su realización no depende de los investigadores. Por eso es importante la participación, para que se integren todos y pueda realizarse. “Ojalá que así sea”, concluyeron los investigadores universitarios.