Ontario presiona a México sobre aranceles a productos chinos
Doug Ford, primer ministro de Ontario, envió un mensaje claro a México al calificar al país como una “puerta trasera” para el ingreso de productos chinos a Norteamérica. El político conservador demandó que México imponga aranceles similares a los que ya implementaron Estados Unidos y Canadá sobre las importaciones chinas, especialmente en la industria automotriz.
Impacto en la industria automotriz canadiense
La entrada de productos chinos a través de México afecta directamente a la industria automotriz de Ontario, donde el sector contribuye con 14 mil millones de dólares canadienses al PIB y emplea a más de 125 mil personas. Ford afirmó que los empleos canadienses están en riesgo debido a las “importaciones baratas” provenientes de México, donde varias plantas automotrices de capital chino han establecido operaciones.
“No voy a permitir que se pierdan empleos por importaciones baratas”, declaró Ford. La presión del primer ministro refleja el interés de proteger una industria esencial para la economía canadiense.
Aranceles canadienses contra productos chinos
Canadá ya implementó en agosto aranceles del 100% sobre vehículos eléctricos y del 25% sobre el acero y aluminio procedentes de China, en sintonía con las políticas estadounidenses. Ford exige que México adopte medidas similares para frenar el flujo de productos chinos. En caso contrario, Ford sugiere que Canadá y Estados Unidos deberían explorar un acuerdo bilateral que priorice la protección de sus trabajadores.
Una posible renegociación del T-MEC
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su intención de renegociar el T-MEC en 2026. Trump acusa a México de permitir que autopartes chinas ingresen a su mercado, lo que reduce costos en detrimento de la industria local estadounidense. Esta alineación de Ford con la postura de Trump refleja una preocupación compartida en ambos países sobre los efectos de las importaciones chinas en sus economías.
La situación añade complejidad a las relaciones comerciales de Norteamérica. Con la próxima revisión del T-MEC en 2026, la presión para que México imponga aranceles más altos a productos chinos y reduzca su dependencia de estos importados cobra aún más relevancia.