La abogada Antonia Jiménez Trava transformó el sistema judicial en Yucatán y México en un ámbito más equitativo e inclusivo. Como una de las primeras mujeres en incursionar en el derecho en Yucatán, Jiménez Trava se graduó en 1939 de la Escuela de Jurisprudencia de la Universidad de Yucatán.
“Desde el inicio de su carrera, mostró una dedicación y visión transformadora hacia la administración de justicia, enfocándose en la defensa de los derechos de las mujeres y de los sectores más vulnerables”, comentó el historiador William Dzul.
Jiménez Trava alcanzó uno de los triunfos más importantes de su trayectoria al convertirse en 1974 en la primera mujer en México en presidir un Tribunal Superior de Justicia del estado. Este logro fue un momento histórico no solo a nivel estatal, sino también nacional, ya que rompió barreras de género en el ámbito jurídico.
“Su ascenso a la magistratura fue noticia nacional, fue la primera vez que una mujer lideraba la máxima instancia de justicia en un estado mexicano”, explicó Dzul.
Uno de los actos más representativos en pro de la igualdad de género fue su decisión de eliminar la epístola de Melchor Ocampo de las ceremonias de matrimonio en el Registro Civil de Yucatán, institución que ella dirigía.
“Este texto utilizado en bodas civiles, incluía elementos que Jiménez Trava consideraba restrictivos para la igualdad entre hombres y mujeres”, recordó el académico.
Con su remoción, continuó, impulsó una visión del matrimonio basada en el respeto y la equidad, convirtiéndose en pionera en modernizar esta institución a nivel estatal y generando un debate nacional sobre la modernización de las instituciones civiles.
A lo largo de su vida, Jiménez Trava no solo ejerció como magistrada y directora del Registro Civil, sino también como catedrática y autora.
En sus escritos, abordó temas de justicia social, liberalismo y los retos que Yucatán enfrentaba en el ámbito jurídico, enfocándose en la formación de nuevas generaciones de abogados comprometidos con un sistema judicial justo y representativo.
Por su contribución al derecho y la justicia en Yucatán, recibió múltiples reconocimientos, incluyendo la Medalla Eligio Ancona y la Medalla Héctor Victoria.