Foto: Michelle de los ángeles

Después de años como patrón de barco y tras sufrir un infarto, Tomás se reinventó con los kibis rellenos, cambió su vida desde cero para sacar adelante a su familia. Años después, su nombre ha quedado en el olvido, pero es conocido por locales, turistas y visitantes de todo el mundo como Don Kibi.

“Don Kibi”, como le llaman desde hace décadas, es famoso en el Puerto de Progreso, Yucatán, donde empezó a venderlos frente a una escuela. Ahora los ofrece en su casa, que ya es un punto de referencia conocido por todos.

Comida libanesa

El kipe o kibbeh fue un regalo de los inmigrantes libaneses a Yucatán hace muchos años. Este platillo se ha convertido en un favorito de la península, tanto que en Progreso se han celebrado tres ferias de la torta de kibi, durante el aniversario de la ciudad, donde se popularizó esta singular forma de disfrutar el platillo.

En Yucatán, los kibis han adquirido un toque regional al rellenarlos con queso de bola, queso de hebra, castacán, carne molida, relleno negro, mariscos e incluso chorizo.

Personajes de la torta de kibi

Una figura famosa en este mundo es Matilde Magaña, quien desde 1960 continuó la tradición de su padre, un kibero que viajaba desde Mérida hasta el puerto. Hoy, Matilde tiene dos puntos de venta donde desde temprano los clientes esperan para disfrutar sus tortas de kibi.

Otro personaje clave es Ramón Kantún “Vampiro”, quien recorre a diario las calles del puerto, vendiendo kibis y tortas en el primer cuadro de la ciudad. No es raro verlo en su triciclo, transportando las cajas con los ingredientes para preparar sus tortas.

La masa de trigo rellena de carne molida, acompañada de repollo y chile habanero (o sin chile, según el gusto) ha conquistado desde el estadio de los Leones hasta las playas de todo Yucatán.

Progreso creador de la torta de kibi

Sin embargo, en el municipio costero de Progreso decidieron llevar este platillo un paso más allá y crear su propia versión: la torta de kibi.

Aunque algunos se burlan de este singular platillo, llamándolo una “Guajolota Progreseña” (en alusión a la famosa torta de tamal de los chilangos), otros defienden la creatividad de los vendedores locales. Hoy en día, es común ver a la gente hacer fila para comprar su torta de kibi en el desayuno. Para los progreseños, ya forma parte de sus tradiciones culinarias.

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