La Secretaría de Educación Pública (SEP) a través de su titular, Mario Delgado Carrillo anunció una medida con la que busca controlar la calidad de la alimentación al interior de las escuelas públicas del país, y es que en marzo del próximo año se prohibirá la venta en estos centros educativos de la llamada comida chatarra.
En Yucatán desde las escuelas particulares se asegura que ellos ya cumplen con estas medidas, mientras que los pequeños comerciantes no ven una amenaza para con sus ventas. Eso sí, señalan que esto se trata de un asunto que comienza su regulación desde casa.
Por un lado, el presidente de la Asociación de Escuelas Particulares en Yucatán, Elías Dájer Fadel en entrevista para 24 Horas Yucatán aseguró que la trinchera que representa desde hace uno años ya cumple con esta medida.
Explicó que desde que la comunidad educativa empezó a regresar a las aulas, luego de la ausencia obligada a razón de la pandemia por el Covid-19 hubo un requerimiento de la autoridad para sacar esos alimentos chatarra de las tiendas al interior de este tipo de centro educativos. Disposición que sostuvo las escuelas particulares han continuado, pero no así otros lugares similares.
Detalló que en su momento fue un proceso bastante intenso para eliminar la comida chatarra de las tienditas de las escuelas particulares, ya que las empresas que colocaban este tipo de productos al interior de las escuelas dotaban de mobiliario como mesas, sillas, lonas, carpas, entre otros elementos, sin embargo, comentó que una vez hecho el gasto se seguido con la inercia.
Dájer Fadel lamentó que si bien es cierto ellos ya han puesto de su parte y por otro sexenio, la autoridad endurece los candados para que en las escuelas no se venda comida chatarra, muchas veces, estos productos altamente procesados provienen desde las casas, es decir, son los mismos padres y madres de familia quienes al armar el lonch permiten que se sigan consumiendo alimentos ricos en sales, azúcares, grasas, u otros elementos nocivos para la salud.
“Hay que hacer consciencia desde casa que hay que mandarle a los niños y niñas elementos que, si sean saludables”, comentó.
Consideró que este asunto de la regulación de la comida chatarra funcionará, si y solo si existe una correcta educación del plato del buen comer desde los hogares, ya que al final del día serán los adultos a cargo de las infancias, quienes decidirán con qué productos alimentarán a sus hijos o hijas, más allá de las disposiciones de la autoridad.
“En muchas ocasiones es más práctico comer este tipo de productos e incluso aunque parezca mentira, la comida chatarra puede ser más barata que los alimentos saludables. Nosotros enseñamos el plato del buen comer hace falta que desde las casas nos ayuden con esta situación”, argumentó.
Pequeños comerciantes sin preocupación, consideran que estará en ambulantes.
Para la presidenta de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (CANACOPE) en el estado, Trinidad Jiménez Guerrero, señaló que para el sector que representa, esto no significará una preocupación para con sus ventas e incluso celebró la medida como un recurso del estado para incidir en la problemática de las enfermedades crónicas degenerativas a temprana edad. Dijo que la idea será cambiar el paradigma de la alimentación que envían los padres, madres de familia a los menores.
Coincidió que hay muchas familias que envían a sus hijos o hijas con botanas y refrescos altamente endulzados. Recordó que hasta hace unos años se permitía que personas ajenas a las cooperativas de las escuelas ingresaran para ofrecer alimentos chatarra, sin embargo, al paso del tiempo y ante nuevas normativas fueron relegadas afuera de los centros educativos.
Ante este panorama, acotó que ahora el foco de atención estará a las afueras de las escuelas, en donde el ambulantaje continúa ofreciendo comida chatarra a los niños, niñas y adolescentes.