Conforme se acerca el Janal Pixán, la Plaza Grande de Mérida y sus alrededores comienzan a transformarse, anunciando la llegada de una de las celebraciones más importantes para los yucatecos: el Día de Muertos. Tanto en el primer cuadro de la capital yucateca como en sus mercados “Lucas de Gálvez” y “San Benito” el ir y venir de la gente se hace evidente ante la cercanía de la fecha.

Los colores vibrantes de flores de cempasúchil, las velas y los preparativos para la Gran Muestra Estatal de Altares aguardan para envolver el corazón de la ciudad en una atmósfera de tradición y memoria. En el “Lucas de Gálvez”, las floristas preparan con dedicación los arreglos que adornarán los altares familiares.

El evento, organizado por la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) y el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán (Indemaya), se llevará a cabo el 31 de octubre, ofreciendo a los visitantes un recorrido visual y sensorial por los altares, símbolo de la identidad y cosmovisión de la región.

A partir de las 10 de la mañana, la Plaza Grande se llenará de mesas elaboradas por diversas instituciones y ayuntamientos que presentarán su interpretación de esta tradición ancestral. 

Cada uno de los altares incluirá flores, velas, alimentos y objetos que honran a los seres queridos que han partido, preservando el legado cultural y espiritual de las familias yucatecas.

“El Janal Pixán es una fecha que nos une”, comenta Ana María Cab, quien paseaba por la Plaza con su familia. “Nos encanta venir cada año para ver los altares, pero sobre todo para disfrutar del mucbipollo en casa. Es algo que nos hace sentir más cerca de nuestros seres queridos, es una tradición que no puede faltar”.

El mucbipollo, uno de los platillos más esperados en esta temporada, es una pieza fundamental en la celebración de finados. Esta mezcla de maíz, pollo y cerdo, cocida bajo tierra, se convierte en un tributo no solo para los vivos, sino también para los que ya no están. Las familias se preparan para disfrutarlo en compañía, ya sea en los altares o alrededor de la mesa.

Jorge Mendoza, otro de los transeúntes que paseaba por la Plaza, espera ansioso estas fechas por la comida tradicional. “Desde pequeño, el pib ha sido parte de mi vida en estas fechas. Siempre estamos esperando este momento para reunirnos con la familia y disfrutarlo. Es algo que no tiene comparación”.

La Gran Muestra Estatal de Altares, además de su dimensión cultural, es un espacio de reflexión sobre la memoria y el patrimonio de Yucatán. “Es importante que la gente venga a ver estos altares, porque es una manera de recordar y transmitir nuestras raíces”, comentó Regina Pérez, una joven estudiante que visitaba el Centro Histórico. 

Así, la Plaza Grande de Mérida se consolida como el epicentro de una celebración que trasciende el tiempo, donde la comida, las ofrendas y los recuerdos mantienen viva la tradición del Janal Pixán. 

El Gran Museo del Mundo Maya (GMMM) también será sede de diversas actividades culturales y educativas, que permitirán profundizar en la riqueza del patrimonio cultural de Yucatán, haciendo de estas festividades una oportunidad única para aprender y celebrar la vida, la muerte y todo lo que hay entre ambas.

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