La criar animales de patio ha sido una tradición arraigada en muchas comunidades rurales de Yucatán y Campeche, esta práctica ha permitido a las familias el sustento y nuevas oportunidades. No obstante, está en peligro de extinción, según relatan mujeres mayas.
Olga Uc y Manuela Chí, ambas originarias de Calkiní, Campeche, comparten sus experiencias sobre esta actividad. Para la familia de Olga Uc esta actividad fue fundamental para el cimiento de una vida fuera del pueblo, mientras que Manuela observa con nostalgia cómo estas prácticas han cambiado con el tiempo, afectadas por las transformaciones sociales y las nuevas dinámicas de convivencia en los pueblos.
Olga Uc vive en Mérida, es enfermera y llegó a la ciudad cuando tenía 15 años, sin embargo la vida rural que llevaba en Calkiní, un pueblo en Campeche, son los recuerdos más preciados para ella“Mi mamá criaba pollos para venderlos, el famoso “pollo recién beneficiado” todos teníamos un rol en la cría de pollos y cerdos. Mi mamá mataba al pollo, lo sumergía en una cubeta con agua hirviendo y a mi me tocaba ir al final del patio con una bolsa de plástico a desplumarlos, para después alinearlo y venderlo”, indicó.
Queja de “malos olores”
Manuela Chí, igual de Calkiní, también creció criando animales para su consumo con su familia; no obstante ve con tristeza como muchas de estas costumbres se han perdido a medida que pasa el tiempo y la sociedad cambia. “Las personas en el pueblo ahora se quejan de los olores y las heces de los animales”, señala.
“Ahorita ya no se puede criar tanto animal, porque la vecindad se queja. Dicen que apesta eso es cierto, pero ya no es como de antes, ahora solo tengo de 4 a 6 animales” agregó.
Las mujeres rurales son amas de casa, madres, están al cuidado de los animales, administradoras y representan el 43% de la mano de obra agrícola, según estimaciones de la ONU.
Como agricultoras las mujeres rurales son responsables de más de la mitad de la producción de alimentos a nivel mundial, a través de las conservación de las semillas con bancos desempeñan un papel importante en la preservación de la biodiversidad así lo informó el gobierno del estado a través de un boletín.
Todo comenzó con un deseo
Los recuerdos de la cría de animales le dan nostalgia a Olga, y a pesar de ya no estar en el pueblo y de tener un empleo formal en la ciudad, decidió criar gallinas en su casa por gusto y, cuando la situación se complica, para ayudar a la economía del hogar.
“Todo empezó con el deseo de criar en mi patio de nuevo. Compré un pollo, y terminó siendo gallina. Mi hija más chica le puso Marta y eran muy amigas”.
“Marta estuvo mucho tiempo con nosotros. No la maté en su momento porque fue la primera, y como mencioné, mi hija más chica le agarró cariño. Marta creció y de repente empezó a poner huevos, por eso se quedó mucho tiempo.”.
Por su parte, Manuela Chi actualmente tiene un taller de costura y, como máximo, cría 10 animales. Ninguno de sus hijos quiso continuar con la cría. Cuando ellos se casaron, les quiso enseñar a sus esposas, pero tampoco les interesó. Manuela Chi vive actualmente de sus dos actividades y menciona que estos meses son su temporada fuerte de ventas.
“Ahora que viene diciembre, era la época para venderlos. Lástima que lo hago sola. A mis hijos no les gustó la actividad, por lo que no la siguieron, y ahora que tengo nueras, traté de enseñarles, pero tampoco les gustó”.
Discriminación
Pese a no ser las dueñas; las mujeres rurales llevan las riendas de las tierras: ellas ven cómo se trabajan las tierras, se producen los alimentos y se dedican a la cría y venta de animales de patio.
Sin embargo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) menciona que las mujeres rurales se enfrentan a una discriminación muy grande en lo que respecta a la propiedad de la tierra.
También, según la CNDH, no existe una igualdad de salario por su labor, no se toman en cuenta su participación en la toma de decisiones dentro de las entidades agrarias y el acceso a créditos, insumos agrícolas, mercados o cadenas productivas es complicado para las mujeres.
Además, no cuentan con un acceso equitativo a servicios públicos, como la educación y la atención médica.
El día internacional de las mujeres rurales celebrado el 15 de octubre, pretende reconocer el trabajo tan impactante de estas mujeres en el mundo, es necesario tomar acciones y se hace un llamado al gobierno y la sociedad a continuar visibilizando y trabajando por las mujeres y las niñas rurales de México.