El Centro por la Justicia, Democracia e Igualdad (Cejudi) trabaja de manera activa para impulsar la despenalización del aborto en Yucatán, con su nueva iniciativa Ajal, que en lengua maya significa “despertar”. Esta campaña forma parte de los esfuerzos que la organización está llevando a cabo para garantizar el acceso a derechos sexuales y reproductivos en el estado. 

En entrevista con 24 HORAS Yucatán, Iván Chimas Medina, coordinador de proyectos de Cejudi, explicó el enfoque y las metas de Ajal, que cuenta con el respaldo del Fondo Canadá para Iniciativas Locales.

“Nuestro objetivo principal es homologar los criterios establecidos por la Suprema Corte de Justicia, que ya ha declarado inconstitucional la penalización del aborto en otras partes del país. Queremos que esos avances también se reflejen en Yucatán, donde sigue existiendo una fuerte resistencia social y legal para reconocer los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y de todas las personas con capacidad de gestar”.

El trabajo de Cejudi, explicó, se centra en incidir tanto en el ámbito social como en el legislativo. La iniciativa Ajal tiene como prioridad modificar el Código Penal de Yucatán, que aún criminaliza el aborto, así como la Ley General de Salud estatal, para garantizar que las mujeres y personas gestantes puedan acceder a un aborto legal, seguro y gratuito. 

“Estamos colaborando con otras organizaciones y activistas, y también estamos haciendo incidencia directa con legisladores locales para que las reformas necesarias se aprueben y se implementen”, añadió el coordinador.

Además de la incidencia política, Ajal busca derribar las barreras culturales y sociales que perpetúan la discriminación en torno al aborto: “No se trata solo de cambiar las leyes, sino también de transformar las actitudes de la sociedad hacia el aborto y los derechos reproductivos”

Muchas personas, lamentó, especialmente en comunidades más conservadoras, aún ven el aborto como un tema tabú, por lo que buscan que se reconozca como un derecho humano fundamental, y que las mujeres y personas gestantes puedan tomar decisiones sobre sus propios cuerpos sin ser estigmatizadas o criminalizadas.

Cejudi ha identificado el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad como una de sus tres áreas prioritarias, junto con la lucha contra la discriminación y la construcción de sociedades libres de violencia. 

“Una de nuestras mayores preocupaciones es que, aunque existan servicios de salud gratuitos y accesibles, no siempre cumplen con los estándares de calidad necesarios. Esto perpetúa desigualdades, ya que las personas más vulnerables no tienen acceso a una atención adecuada”, abundó Chimas Medina.

En este contexto, Cejudi se une a otras iniciativas que buscan impulsar un cambio en la normativa estatal. Según Chimas, la estrategia de incidencia contempla el diálogo con legisladores, pero también la realización de talleres, charlas y actividades de sensibilización en las comunidades, con el fin de propiciar una mayor comprensión y apoyo a los derechos reproductivos.

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