La Comisión Nacional del Agua (Conagua) en la entidad realizó el Foro Saneamiento del Acuífero de Yucatán, en cual expertos en el tema destacaron la urgencia del saneamiento y reutilización de las aguas residuales de la Península de Yucatán, sin embargo, focalizaron esta necesidad en Mérida y su área conurbada, ya que solo en esta región vive poco más de un millón 300 mil personas, un tercio del total de los tres estados peninsulares.
Durante el análisis de esta problemática por parte de académicos como Eduardo Batllori Sanpedro, investigador del Centro de Investigación de Estudios Avanzados (CINVESTAV), en Yucatán se cierne un importante rezago en el tratamiento de las aguas residuales de las viviendas, ya que poco más del 80 por ciento son sumideros, método que no permite el tratamiento y saneamiento de estos desechos; lo ideal es que las viviendas cuentan con una planta de tratamiento.
Se explicó que en la Península de Yucatán viven poco más de 5 millones de personas, y de esta cantidad, solo en Mérida y la zona conurbada habitan poco más de un millón 300 mil, en unas 380 mil viviendas, donde la gran mayoría de ellas no tienen plantas de tratamiento, descargando los residuos, de alguna al manto acuífero. Es decir, el crecimiento poblacional ha ganado terreno versus los mecanismos de regulación que se necesitan para el aprovechamiento de esas descargas.
En cuanto a materia de saneamiento se explicó que, en la Península, el promedio de este proceso es poco es 26 por ciento, sin embargo, en Yucatán es únicamente del 13, lo que esta situación hace un reto importante para mejorar las tecnologías y los procesos.
“Efectivamente está contaminado el acuífero, estamos a contracorriente, hay que ver cómo remediar la situación, ya que las regulaciones existen, habrá que tomar el toro por los cuernos”, se indicó.
Batllori Sanpedro, opinó que debe haber un gran esfuerzo entre los tres órdenes de gobierno para el control de descargas residuales conforme a las normas mexicanas. Recordó que existe un crecimiento y sostenido en los municipios conurbados, en donde se debe priorizar que los desarrolladores deben disponer de plantas de tratamiento o biodigestores.
Ante este panorama, la especialista, Yolanda Fernández Martínez puntualizó que hay que pensar en los escenarios deseables, más allá de los retos, por medio de otras metodologías, regulaciones afirmativas, por lo que urgió que las acciones salgan de las mesas de diálogo. Acotó que no es cosa menor ya que el agua ya está cotizando a futuro en la Bolsa de Valores, recurso con el que cuenta a disposición Yucatán, pero que está su calidad está en riesgo.
Propuso un instituto metropolitano de planeación que tenga la capacidad para ejecutar y priorizar una agenda hídrica, de acuerdo con las nuevas necesidades del territorio, teniendo en cuenta la problemática que existe en Mérida, así como en su zona conurbada.
Se propuso la creación y expansión de una red de drenaje para el estado, esto significaría un importante esfuerzo de coordinación, pero sobre todo de inversión de parte de los tomadores de decisiones de los diferentes órdenes de gobierno, a fin de abatir este problema que tiene sus efectos en la contaminación del manto freático, por las características del suelo de la Península de Yucatán. También se estableció más allá de mecanismos punitivos, incentivos para que las personas puedan tener sus plantas de tratamiento en las viviendas.
Jorge López dijo que se necesita un sistema metropolitano de agua y saneamiento para Mérida, así como para su zona urbana, en el entendido de que ahí se encuentra la mayor problemática de la región. Acotó que para el resto del estado se necesita una comisión estatal de aguas que vigile la problemática en las comunidades originarios.
El ex director de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán (JAPAY), Carlos Castillo Sosa indicó que es importante tener una homologación de para las plantas de tratamiento que, en el estado, a fin de hacer más eficiente las inversiones. Dijo que, esquema como las que se están desarrollando como en Monterrey por su reutilización de las aguas residuales, pueden ser un mecanismo para abatir el problema.