La salud mental es un aspecto crucial en el desarrollo de la juventud y debe ser considerada como una prioridad en las universidades.
Según Carolina Santillán Torres Torija, profesora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, es esencial que las instituciones de educación superior promuevan el bienestar psicológico de sus estudiantes para garantizar su éxito académico y profesional.
Las universidades deben enfocarse en la salud mental
Durante la conferencia “Salud Mental y Universidad”, impartida en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) en conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, Santillán resaltó que las instituciones educativas suelen priorizar el rendimiento académico, dejando de lado el bienestar emocional. Sin embargo, este aspecto es determinante para el desarrollo integral de los jóvenes.
La profesora de la UNAM citó datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales indican que en un estudio realizado en 21 países, incluyendo México, se encontró que una quinta parte de los estudiantes universitarios presenta algún trastorno mental.
Entre los problemas más comunes están el abuso de sustancias y la depresión, especialmente en mujeres.
Lo preocupante es que solo el 16% de estos estudiantes recibió tratamiento en el último año.
Durante su charla, Santillán también compartió algunos modelos de programas académicos orientados a la prevención y atención de la salud mental. Subrayó que las universidades son el entorno ideal para implementar estrategias de detección temprana y canalización de estudiantes con problemas psicológicos.
Además, señaló la importancia de capacitar al personal educativo en estrategias preventivas e intervenciones oportunas.
El papel de las universidades en la promoción del bienestar
Las universidades, según Santillán, no solo forman a futuros profesionales, sino que también deben fomentar el bienestar psicológico entre sus estudiantes.
Estos espacios son ideales para que los jóvenes adquieran herramientas que les permitan cuidarse a sí mismos, buscar ayuda temprana y mejorar su pronóstico. Concluyó que la promoción del bienestar mental debe ser una parte integral de los programas educativos.