Briseida Iglesias, miembro de la comunidad indígena Guna en Panamá, es una ferviente defensora de la sostenibilidad ambiental y el patrimonio cultural.
Ella valora enormemente vivir de manera sostenible en su aldea rural, ya sea plantando árboles, sembrando plantas medicinales o adoptando métodos de eliminación de residuos más ecológicos. Además, Briseida se dedica a enseñar a los jóvenes sobre la importancia cultural de la conservación de los bosques.
“Nuestros esfuerzos se extienden a educar a los jóvenes sobre la importancia de buscar la sabiduría y el conocimiento de nuestros antepasados”, afirmó Iglesias.
Así, ella combina prácticas tradicionales con enfoques contemporáneos para crear un equilibrio que garantice el bienestar de su comunidad y del medio ambiente.
Agentes de cambio en la lucha climática
Las mujeres rurales, como Briseida, poseen un vasto conocimiento sobre los paisajes forestales.
Utilizan esta experiencia para desempeñar un papel clave en la lucha contra el cambio climático. Están a la vanguardia de la conservación del medio ambiente y aportan conocimientos valiosos que demuestran cómo todos podemos desarrollar resiliencia ante un clima cambiante.
Sara Omi, líder del pueblo Emberá de Panamá, comparte cómo las mujeres de su organización proponen alternativas para combatir el cambio climático.
“Estamos trabajando con el concepto de Bosque Vivo, que incluye la medicina tradicional y la seguridad alimentaria, herramientas importantes para mantener el equilibrio y la protección de nuestra Madre Tierra”, señala Omi.
A pesar de su papel crucial, las mujeres rurales, en particular las indígenas, enfrentan obstáculos complejos. Aissatou Oumarou, activista climática de Chad, destaca que “los pueblos indígenas están tan marginados que tienen poco acceso a la tierra, y para las mujeres indígenas, es aún peor”.
Esta falta de acceso a los recursos naturales complica su capacidad para gestionar la tierra de manera sostenible.
Un llamado a la acción para los líderes mundiales
Nana Marina Cruz, guía espiritual maya, enfatiza la responsabilidad de los líderes mundiales en la protección del medio ambiente. “Si realmente encarnan sus funciones, deben tomar medidas significativas para proteger nuestro planeta”, sostiene.
El Programa ONU-REDD también reconoce el papel indispensable de las mujeres indígenas en la acción climática y busca brindarles un espacio equitativo para su voz.
Aunque se han logrado avances, aún es necesario asegurar que todas las personas tengan las herramientas y oportunidades necesarias para proteger eficazmente los bosques y adaptarse al cambio climático.
Las palabras de Sara Omi resuenan: “La protección de nuestra Madre Tierra no solo es crucial para los pueblos indígenas, sino para todos los que habitamos este planeta”.
A medida que aprendemos de las inspiradoras acciones de estas mujeres rurales, también tenemos la responsabilidad de actuar en nuestra vida cotidiana. ¡El momento de proteger nuestros bosques y nuestro planeta es ahora!
Información original: https://www.un-redd.org/post/las-mujeres-rurales-impulsoras-del-cambio-en-la-accion-climatica-basada-en-los-bosques