A unas semanas que se conmemore el Día de Muertos, ya en los diferentes cementerios de la capital yucateca se puede observar la llegada de personas quienes darán mantenimiento a las tumbas de sus seres queridos, deshierbo, limpieza en general, así como pintura de las criptas son solo algunos preparativos para recordar y respetar la última morada de aquellos quienes se adelantaron en el camino.

Poco a poco, familias enteras acuden a los panteones para embellecer las tumbas de sus seres queridos. Con escobas, palas, pintura y flores en mano, se dedican a limpiar, arreglar y adornar las últimas moradas de quienes ya no están.

La tradición de visitar los panteones en estas fechas va más allá de una simple limpieza. Es un momento para recordar a los difuntos, compartir anécdotas y fortalecer los lazos familiares, incluso algunas infancias van acompañadas de sus familiares para visitar a ese ser querido que ha partido, con gran entusiasmo, ayudan a sus padres en esta tarea, aprendiendo así la importancia de honrar a sus ancestros.

Don Israel Puga lleva flores a la tumba de su esposa, sabe que ya se acercan los días en los cuales y según la tradición, los seres queridos regresan del más allá para visitar a quienes les sobrevivieron, en tal sentido indicó que un par de días más regresará con sus familiares.

“Es tradición nosotros no esperamos a última hora, mis hijos y ahora mis nietos me ayudan con el mantenimiento de la tumba de la difunta de mi esposa. Hay que hacerlo es de cada año, así cuando nos visite vea su tumba bien arreglada”, comentó.

El Día de Muertos es una celebración que nos conecta con nuestras raíces y nos recuerda la importancia de la vida y la muerte. Al visitar los panteones y honrar a nuestros difuntos, fortalecemos nuestra identidad cultural y transmitimos estas tradiciones a las futuras generaciones.

Además de una rica tradición llena de significados y de un sincretismo cultural entre lo maya, junto con lo español. El Día de Muertos también representa una oportunidad para que personas ganen unos pesos extras restaurando las tumbas que ya se encuentra deterioradas.

Como es el caso del señor Jacinto Tec, quien con 15 años dedicando se darles mantenimiento a las tumbas señaló que se acercan momentos de mucho trabajo, ya que para muchas personas trabajadoras no cuentan con el tiempo o el conocimiento técnico para restaurar la última morada de sus seres queridos.

“Primero las reparamos, raspamos y lavamos, y después las pintamos las tumbas hay que darles un buen servicio a los visitantes ya que para ellos es importante los días que se avecinan”, indicó.

Indicó que espera el trabajo se intensifique conforme se va acercando el 1 y 2 de noviembre, indicó que en esos días puede arreglar hasta cuatro tumbas por día, mientras que en momentos regulares su carga de trabajo es la mitad.

Detalló que un servicio básico de mantenimiento de tumbas puede cobrarse en 600 pesos, sin embargo, trabajos más complejos llegan a costar entre los mil 200 o mil 300 pesos.

Es así como poco a poco, los cementerios de la capital del estado se empiezan a llenar de actividad y de nuevos colores, mientras el ambiente espera a llenarse una vez más con el aroma de las flores de temporada, el copal y uno de los favoritos de muchos, el olor a pib.

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