El proyecto de ampliación del puerto de altura de Progreso requiere equilibrar el desarrollo económico con la protección del entorno natural, implementando medidas de mitigación y asegurando el cumplimiento de las regulaciones ambientales, de acuerdo con representantes del sector pesquero, industrial y científico, consultados por 24 HORAS Yucatán

Líderes pesqueros como Enrique Sánchez Sánchez y José Luis Carrillo Galaz apoyan la iniciativa, destacando su potencial para revitalizar la economía local y generar empleos. Sin embargo, subrayan la necesidad de evaluar cuidadosamente los impactos ecológicos y proponen alternativas como la acuacultura para asegurar la sostenibilidad de la pesca a largo plazo.

Por su parte, expertos como el biólogo marino Alfonso Aguilar Perera y el Dr. Jorge Herrera Silveira reconocen los beneficios económicos, pero advierten sobre los posibles daños al ecosistema marino.

Aguilar Perera señala los cambios en las corrientes marinas y la afectación temporal en los organismos que habitan el sedimento, mientras que Herrera Silveira destaca la importancia de reanudar programas de compensación ambiental que han sido suspendidos.

De acuerdo con información del Gobierno del Estado, la ampliación del Puerto de Altura de Progreso en Yucatán es un proyecto clave para mejorar su capacidad operativa y logística.
Con una inversión estimada de entre 4,000 y 4,200 millones de pesos, el plan contempla el dragado de 5 millones de metros cúbicos de material, lo que permitirá ensanchar y profundizar el canal de navegación, según la Secretaría de Fomento Económico.

Actualmente, el puerto recibe buques con capacidad para transportar entre 10,000 y 60,000 toneladas, pero tras la ampliación podrá recibir buques que transportan hasta 100,000 toneladas.

También, dice la Sefoet, el objetivo es aumentar la competitividad del puerto, lo que también permitirá la llegada de cruceros con capacidad de 7,000 a 8,000 pasajeros, superando los 2,500 actuales.

Enrique Sánchez Sánchez, presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Pesqueras y Acuícolas (Canainpesca), expresó su apoyo al proyecto, señalando que la ampliación es crucial para revitalizar la economía de Progreso, donde la pesca ha disminuido en los últimos años.

“La población ha crecido y se necesitan empleos mejor remunerados. La pesca ha decrecido, y es necesario buscar alternativas tanto para los pescadores como para los jóvenes”, comentó.

Sánchez también aseguró que el proyecto no afectará directamente las áreas de pesca, ya que la mayoría de las actividades se realizan lejos de la costa. Sin embargo, hizo un llamado a que los estudios técnicos evalúen cuidadosamente el impacto ecológico del dragado y otras fases del proyecto.

A pesar de su optimismo sobre la creación de nuevos empleos y el aumento en las exportaciones de productos pesqueros, Sánchez subrayó la importancia de la sostenibilidad a largo plazo, mencionando que la pesca debe encontrar formas de reducir la presión sobre los recursos marinos para asegurar su viabilidad futura.

En línea con la postura de Canainpesca, José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Confederación de Pescadores Ribereños, destacó que el proyecto no afectará las operaciones pesqueras ribereñas, dado que se realizan lejos de la costa.
Carrillo Galaz explicó que la pesca en alta mar continuará sin inconvenientes y confió en que los estudios de impacto ambiental aclararán cualquier duda sobre los posibles efectos ecológicos.

El líder pesquero también ve el proyecto como una oportunidad para generar empleos, lo que considera crucial para revitalizar la economía de Progreso. No obstante, mencionó la necesidad de buscar alternativas para mantener la pesca sostenible, como la acuacultura o el turismo, y señaló que el crecimiento de la población y el declive de la pesca requieren soluciones integrales.

Por su parte, el biólogo marino Alfonso Aguilar Perera, de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), abordó el impacto ecológico de la ampliación del puerto desde una perspectiva científica. Según Aguilar Perera, el dragado afectará a los organismos que habitan en el sedimento, como caracoles y ostras, pero no causará extinciones.
Aunque algunos organismos morirán, otros podrán adaptarse al cambio en su entorno, aseguró.

Aguilar Perera señaló que el mayor desafío del proyecto radica en las alteraciones de las corrientes marinas, que podrían provocar erosión y cambios en la sedimentación de las playas cercanas.

Como medida de mitigación, sugirió la implementación de conductos que permitan el flujo del agua bajo las estructuras portuarias para reducir estos efectos.
El investigador destacó la importancia de contar con un Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que evalúe los posibles impactos y las medidas de mitigación.


“La obra alterará temporalmente el hábitat, pero no al grado de generar extinciones. Sin embargo, debemos asegurarnos de que las medidas de mitigación sean las adecuadas”, sentenció.


Por su parte, el Dr. Jorge Herrera Silveira, investigador del Cinvestav Mérida, advirtió sobre la necesidad de reanudar las medidas de compensación ambiental que fueron implementadas durante proyectos previos, pero que actualmente están suspendidas.

Características

  1. Inversión: La ampliación del Puerto de Altura de Progreso requiere una inversión de 4,000 millones de pesos.
  2. Dragado: Se dragarán 5 millones de metros cúbicos de material para ensanchar y profundizar el canal de navegación.
  3. Barcos actuales: El puerto actualmente recibe buques con capacidad para transportar entre 10,000 y 60,000 toneladas y un calado de hasta 10-11 metros.
  4. Barcos futuros: Con la ampliación, el puerto podrá recibir que transportan entre 65,000 y 80,000 toneladas, con un calado máximo de 12-15 metros.
  5. Objetivo: La ampliación permitirá que Progreso reciba embarcaciones de mayor tamaño, lo que

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