Derivado de una revaloración catastral por el desarrollo de vivienda de lujo, los habitantes de las comisarías del norte de Mérida como Sodzil Norte, Temozón y Santa Gertrudis Copó, enfrentan aumentos en el impuesto predial, pero los servicios públicos siguen sin mejorar, de acuerdo con autoridades y vecinos consultados por 24 Horas Yucatán.
Esther Reynalda Ku y Ku, comisaría de Sodzil Norte, expresó su frustración al señalar que ha solicitado mejoras en su comunidad durante seis años sin recibir respuesta. A pesar del incremento en los pagos de impuestos, la falta de atención en carreteras, parques y cementerios sigue afectando a los residentes, quienes se sienten olvidados por el gobierno municipal.
Ana Gabriela Aguilar Ruiz, ex regidora del Ayuntamiento de Mérida, criticó las modificaciones en la Ley de Hacienda Municipal que permitieron aumentos acumulados en el predial. Según la ex regidora, estos cambios han impactado especialmente a los dueños originarios de grandes terrenos, favoreciendo la gentrificación y obligando a muchos a vender sus tierras a desarrolladores inmobiliarios.
Los residentes también han alzado la voz ante los desmesurados aumentos. Pedro May Cauich, vecino de Sodzil Norte, relató cómo en dos años su predial se duplicó.
“Hace dos años pagué mil 200 pesos, pero este enero me cobraron 2 mil 800. Mi cuñado pagó 7 mil pesos solo por tener un segundo piso. La gente está molesta porque los servicios no han mejorado”, expresó.
Un notario consultado aseguró que las ventajas de la revaloración catastral es el aumento en el costo de la propiedad y justifica un mejor precio a la hora de vender. Sin embargo, la desventaja consiste en que deberá pagar un mayor impuesto predial si no está decidido a vender el propietario.
Los habitantes originales de estas zonas, que se han caracterizado por su tradición agrícola, ahora enfrentan incrementos en el pago de este impuesto debido a su cercanía con desarrollos de lujo, que han transformado el panorama económico y social.
El Ayuntamiento de Mérida informó que entre 2022 y 2023, los valores catastrales aumentaron en un 18.2%, lo que se traduce en un incremento directo en el monto del predial. A pesar de que en 2024 no se prevé una nueva actualización catastral, los efectos de los ajustes previos aún resuenan entre los residentes.
En algunas zonas, como Sodzil Norte, los incrementos en el predial han llegado a duplicarse, según testimonios de los vecinos, quienes afirman que los servicios públicos siguen siendo insuficientes.
Las comisarías al norte de Mérida reflejan un contraste en sus viviendas. Mientras que en algunas áreas predominan lujosas residencias con amplios jardines, otras casas, habitadas principalmente por familias originarias, son mucho más modestas, con pisos de cemento y techos de lámina.
A pesar de compartir el mismo territorio, las necesidades de infraestructura y servicios básicos en las zonas más humildes son evidentes.
Esther Reynalda Ku y Ku, comisaría de Sodzil Norte, expresó su frustración por la falta de atención a las peticiones de mejoras en la comunidad: “Durante seis años he solicitado al alcalde Renán Barrera Concha mejoras en las carreteras, parques y el cementerio, pero nos han dejado en el olvido”, lamentó en entrevista con 24 HORAS Yucatán.
A pesar del incremento en los pagos de impuestos, los servicios básicos siguen sin mejorar: “Pedí que arreglaran el cementerio, que pusieran ventanas y puertas para que la gente no se moje durante las inhumaciones, pero no han hecho nada”, añadió Ku y Ku.
Modificación a la Ley de Hacienda
El aumento en los valores catastrales ha creado una presión adicional sobre los habitantes que, históricamente, han residido y trabajado en estas tierras.
Ana Gabriela Aguilar Ruiz, ex regidora de oposición del Ayuntamiento de Mérida, criticó estos incrementos, afirmando que las modificaciones en la Ley de Hacienda Municipal han afectado principalmente a los dueños originarios de grandes terrenos en Mérida y sus comisarías.
“Antes, el impuesto predial no podía exceder un 4% o un 10% del valor del año anterior, pero con la eliminación de ese candado en 2022, los contribuyentes vieron un aumento acumulado de todos esos años”, explicó.
Este cambio, opinó, ha fomentado la gentrificación, desplazando a muchos pobladores originarios, quienes ahora se ven obligados a vender sus tierras a grandes desarrolladores inmobiliarios.
Además de los aumentos en el impuesto predial, Aguilar Ruiz advirtió sobre el impacto que estos desarrollos tienen en los servicios públicos.
“Cuando permiten la construcción de edificios de departamentos en zonas donde antes solo había casas unifamiliares, la demanda de servicios como energía eléctrica, agua potable y recoja de basura aumenta exponencialmente. Sin embargo, la infraestructura no ha sido adecuada para soportar este crecimiento”, expuso
Doña Concepción Heredia, otra vecina de la zona, señaló los problemas de infraestructura: “Aquí hay muchos baches y fugas en las alcantarillas. Cuando llueve, el agua se estanca y entra a las casas. He pedido drenajes en varias calles, pero no han hecho nada”, denunció, destacando también los problemas de tránsito causados por la falta de topes y el impacto del nuevo sistema de transporte, Va y Ven.